lunes, 23 de diciembre de 2019

II Melón Lunero Aceitunero


Nos lo propusimos tras hacerlo el año pasado, y hoy ha llegado la segunda edición. Me refiero al Melón Lunero Aceitunero. Es decir, realizamos el recorrido oficial de la Carrera del Melón, pero por la noche, y con el plus de haber ido hoy a la aceituna, y la alegría de ir también mañana.
El 23 de diciembre de 2018 fuimos tres los “locos”. Este 23 de diciembre de 2019 hemos sido cuatro, un loco más. ¡Jejeje! 
En la fotografía de arriba, y de izquierda a derecha, José Amador, Miguel Ángel, Juanito y Fernando.
Hemos salido con muchas dudas sobre si podríamos hacer el recorrido previsto por la mucha lluvia caída en los días anteriores. Teníamos previsto algún recorrido alternativo, pero cuando negocias con tres panochos cabezones tienes, casi siempre, las de perder. Decidido: hacemos el recorrido oficial.
El primer escollo es cruzar el primer salado del Camino de Espantas. Se pasa sin problemas. Bueno, con algún esfuerzo de más, pero sin problemas. Abajo tenéis el vídeo de ese momento.



El segundo momento importante es, por vez primera en la historia atlética del pueblo, atravesar corriendo el recién construido puente sobre el segundo salado del Camino de Espantas. Debajo, el documento videográfico.


Seguimos con tranquilidad, charlando de esto y aquello, y en un magnífico ambiente con un ritmo de casi 6’/km que ya nos gustaría para la carrera en el mes de agosto.
Llegamos al km 5, la punta Del Cañón, giramos a la derecha pero pronto la cosa se pone imposible. Ningún vehículo ha pasado tras las lluvias, el terreno está virgen, y en apenas unos menos el barro se agarra tanto a las zapatillas, que no hay más remedio que dar marcha atrás. Tras lamentar el infortunio, decidimos seguir el Camino de Espantas hasta “La Jungla”, y desde allí regresar sobre nuestro pasos.
Dicho y hecho, abajo está la imagen que inmortaliza la llegada al punto deseado.

Buchito de agua, evacuamos para aligerar peso, y deshacemos el camino andado. El correr no es fácil porque, pese a los frontales, la visión está limitada, y el camino está difícil por la lluvia. Hay que andar con cuidado porque el colmo sería sufrir una lesión.
Seguimos en charla animada, y al llegar al Camino Graná, lo tomamos para acabar en la zona alta de la Pililla realizando el tramo final del recorrido oficial del Melón.
Tras 1 hora y algo más de 36 minutos, llegamos a la meta en el momento en el que el gps marca 16 kms. Reto conseguido.

Todos satisfechos, nos hacemos la foto de arriba para inmortalizar el momento, u ojalá el 23 de diciembre de 2020 seamos más locos.

NOTA: Seguro que mañana, en la aceituna, nos acordamos más que nunca de la locura de esta noche. Pero casi seguro que el año que viene repetimos.