domingo, 27 de noviembre de 2016

100 metrazos

 Dani Rovira, el protagonista de la película 100 metros, decía hace unas semanas en El Hormiguero -era en una entrevista precisamente por el estreno de la cinta- que tras este trabajo se había dado cuenta de que hay gente en este mundo y en esta vida que juega la partida con la mitad de la baraja, mientras que otros tenemos todas las cartas.
Éste me parece un magnífico resumen de una película basada en hechos reales, y en la que a un joven de 30 años le detectan esclerosis múltiple. Tras asumir lo mejor que puede este durísimo golpe, le hace frente a la enfermedad asumiendo el reto de participar en un Ironman (una de las pruebas deportivas más duras que existen, y que consiste en realizar casi 4 kilómetros nadando en aguas abiertas, 180 kms en bicicleta, y 42,1 kms corriendo).
Creo que todos hemos oído hablar de este enfermedad, pero realmente no sabemos en qué consiste; pues bien, aquí no sólo nos enteramos sino que entendemos lo duro que resulta una incidencia tan brusca en una vida que creíamos tener controlada. En un segundo puede cambiar todo, y entonces lo más simple -de antes- es ahora casi un reto imposible de conseguir.
Ramón -que así se llama el protagonista- lucha denodadamente contra la esclerosis en un claro intento de realizar una vida lo más normalizada posible, y eso cuesta horrores. Su objetivo -el Ironman- no es sólo suyo sino también de su mujer y de su entrenador (su suegro).
Película durísima pero también muy necesaria de ver para que se nos quite tanta tontería que tenemos, aunque no es menos cierto que nadie escarmienta en cabeza ajena.
Además de un tremendo ejemplo de superación, es un canto a la solidaridad, a la amistad, a la familia... en definitiva, a lo que SÍ es realmente importante en nuestra vida, y que no sabemos si lo tenemos, o no, hasta que lo necesitamos.

viernes, 25 de noviembre de 2016

Desconcierto extraterrestre

Hace un ratillo que he salido del cine de ver La llamada, y no he podido resistirme a escribir estas líneas nada más llegar a casa porque estoy ciertamente desconcertado. Y por las caras que han puesto mis colegas de sala, y los comentarios escuchados, creo que no he sido el único.
En este momento, tras haber visto la película y estar dándole bastantes vueltas, reconozco que no sé de qué va.
La historia es simple. Un grupo de naves extraterrestres se posa sobre diferentes puntos del planeta, y en cada lugar los gobiernos intentan contactar con ellos. No desvelaré si finalmente hay guerra entre terrícolas y visitantes, ni tampoco quién la gana -en el supuesto de que la hubiera-, pero sí os aseguro que la película no es de extraterrestres. Creedme; de veras; los extraterrestres son simplemente un elemento más, una herramienta para contarnos algo que, insisto, no sé qué es.
Hace tiempo que una película no me daba tanto que pensar. Fijaos hasta qué punto que en estos momentos siento la necesidad de volver a verla. Creo que lo haré, pero antes buscaré información sobre ella, críticas, artículos, comentarios... a ver si encuentro algo de luz.
Se trata de una película diferente; rara, comentaba alguien de la sala; y donde el tiempo parece ser la clave. 
Prometo volver.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Fútbol para todas las edades

 Luigi Garlando es un periodista deportivo italiano que con la serie Gol y Súper Gol ha centrado su obra en los lectores infantiles y juveniles. Se trata de unas series bastantes exitosas, uno de cuyos componentes llegó a mí de la mano de mi hija de 12 años.
Este Súper Gol ¡Cómo entrenan los cracks! es una especie de diario de un equipo de fútbol llamado Los Cebolletas. Al parecer, son muy buenos, y aquí nos cuentan sus secretos. 
Alternando escritura e ilustraciones (casi como en un cómic), resulta una lectura bastante amena a lo largo de sus nueve capítulos precedidos por la bienvenida que nos da el capitán, y acabando con la despedida, también del capitán.
El libro es una descripción de todos los puestos que hay en un equipo de fútbol (portero, defensa, centrocampista...), ocupando cada uno de ellos un capítulo, y dejando para el final el centrarse en otros elementos como los tiros libres, el juego limpio o las equipaciones.
Ya digo que se trata de una escritura bastante simple pero que engancha a los chavales.
Cada capítulo comienza con una caricatura de las personas que ocupan en el equipo la posición sobre la que se va a hablar. Sigue lo que denomina "cebo historia" consistente en algo que le pasó al equipo en alguna excursión, reunión, concentración... que en principio nada tiene que ver con el fútbol, pero que siempre acaba teniendo relación; continúa con una descripción de las funciones del puesto en cuestión donde encontramos consejos, ejercicios de entrenamiento, etc. Y llegamos a la parte final de cada capítulo con una receta de cocina; un repaso a grandes futbolistas famosos en esa posición; y con anécdotas y chistes en relación al portero, al defensa, al centrocampista....
Ya digo que se trata de una lectura simple y por ello fácil y rápida para lectores de corta edad. Su éxito quizá radique en eso, y también en las muchas ilustraciones que recoge, y por supuesto en la habilidad que tiene Garlando para tener al lector siempre enganchado porque son muchos los elementos con los que lo atrae. Atracción para niños, pero también para adultos, porque yo me he quedado gratamente sorprendido con datos como que al principio del fútbol no había árbitros, y poco a poco se fue forjando esta figura tal y como la concemos ahora. ¿Os imagináis un partido de fútbol actual sin árbitros? Pues al principio era así.
Otra. ¿Sabéis que los primeros futbolistas saltaban al terreno de juego con sombrero, pajarita y tirantes?. Pues es cierto. ¿A que resulta atractivo?
Lectura recomendable para chavales y chavalas, y también para adultos sabiendo lo que tenemos entre manos.