lunes, 22 de febrero de 2021

En el Día de la Radio seguía mudo el 106.0 de la FM


Me encanta la radio. Me apasiona.

Fue realizando un trabajo de investigación (para un asunto que no viene al caso) cuando me di cuenta de que mi vida había estado siempre ligada a la radio. Los recuerdos que conforman mi pasado, mi historia tienen un constante vínculo de unión a la radio. Y yo sin saberlo.

  • Recuerdo como si fuera ayer esas tardes de mi infancia, en el patio de la casa del pueblo, jugando a cualquier cosa mientras mi madre y mi abuela cosían, o hacían lana o ganchillo. Tardes soleadas de tareas domésticas en las que nunca, nunca faltaba, de fondo, el sonido de Elena Francis dando consejos.
  • En unos días se cumplirá el 40 aniversario del fallido golpe de estado de Tejero. Inolvidable aquella noche de insomnio de un niño de 9 años. Los habituales silencio y tranquilidad de lo nocturno fueron interrumpidos por los cuchicheos de los mayores, quizá temerosos, ante lo que sucedía en Madrid y no se sabía bien dónde más. Recuerdo que, pese a lo intempestivo de la hora, me interesé por lo que pasaba, pero me mandaron callar y a la cama. El único destello de certidumbre provenía del sonido de la radio que estuvo toda la noche encendida; yo afinaba el oído pero, pese a escuchar, no entendía nada.
  • Qué memorables aquellas tardes de domingo de fútbol. En la cámara (acepción número 7) de la casa había construido una tienda de campaña con una manta vieja y dos sillas. Tirado en el suelo, sobre un camastro, era el niño más feliz del mundo, linterna en mano, escuchando Carrusel Deportivo y comiendo lacasitos.
  • No entendería mi juventud sin aquellos despertares donde la alarma no era un ruido estridente sino el ON de la radio que empezaba a verter las noticias de la mañana vestidas con las ráfagas y cortinillas inolvidables de la Cadena Ser. O aquellas tardes con Sardá y el Señor Casamajor. O aquellas noches alargadas hasta la madrugada por culpa de un chavalín, llamado José Ramón De la Morena, que osaba hacerle la competencia al rey de las ondas deportivas.

Si tuviera que elegir los cuatro momentos más importantes de los 25 años de mi trayectoria profesional como periodista, dos son en la radio. UNO: imprescindible aquel partido de fútbol, en Segunda División B, en el Estadio de La Victoria entre Real Jaén y Torredonjimeno. Allí estaba yo, micro inalámbrico en mano, disfrutando como nadie a pie de campo. DOS: irrepetible aquella jornada electoral que empezamos a las ocho de la mañana y no concluyó hasta que tuvimos en directo, pasadas las doce de la noche, a quien ocuparía el sillón de la alcaldía de Jaén. ¡Qué día y qué equipo!

Día Mundial de la Radio

Por todo esto, porque amo la radio, tengo que dar las gracias a los compañeros que, un año más, unieron sus voces de diferentes emisoras para hacer un homenaje a la radio, y reivindicar su papel y su importancia.

Fu el pasado día 12 de febrero cuando la Diputación de Jaén acogió la emisión conjunta de Radio Jaén y Radio Linares (ambas de la Cadena SER), Onda Cero, Canal Sur Radio, COPE, Multimedia Jienense y Radio Nacional de España.

Todo un éxito ya que se ofreció el mismo contenido emitido por todos los diales para una audiencia de casi medio millón de oyentes. Compañeros, gracias por estar ahí y por seguir haciendo radio.

Cada vez menos radio local

No puedo acabar sin reconocer que en ese Día de la Radio tuve sentimientos de alegría, algunos de los cuales os he manifestado, pero también de tristeza. Tristeza porque...

  • ...el Día Mundial de la Radio se celebra el 13 de febrero, pero en Jaén se adelantó al día 12. ¿Sabéis por qué? Porque el 13 era sábado y en Jaén prácticamente ninguna emisora tiene programación local. Por tanto, hubo que realizar la celebración un día antes, y fijar la emisión en uno de los pocos y breves momentos del día en los que lo local prima frente a lo demás.
  • ...de las 7 emisoras presentes en el acto, no todas pudieron ofrecer el contenido por su dial. Simplemente porque prácticamente no tienen programación local; ni siquiera un día laboral.
¡Qué gran compañera de viaje la radio! ¡Y qué lástima que poco a poco la radio local vaya siendo aniquilada, esos contenidos más cercanos, más próximos... pero que cada vez tenemos más lejos... cuando los tenemos.



Ondajaén Radio sigue muda

¿Sabéis qué emisora apostó siempre en Jaén por lo local, llegando a tener hasta 24 horas al día de programación propia, de lunes a domingos? Sí, Ondajaén Radio (106.0 FM).
Jamás olvidaré aquello que me dijo el maestro Fernando Arévalo, cuando entendía que lo local estaba abocado a desaparecer, y veía las posibilidades de Ondajaén: "Chaval. Disfruta con lo que tenéis porque no sabes lo os durará".
¡Cuánta razón tenía!
Que no os cuenten milongas de que el servicio era deficitario, que no era una competencia propia de un ayuntamiento, o que había un exceso de trabajadores. Excusas y más excusas para justificar una decisión política.
Lo primero que hizo el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Jaén fue decretar el cierre de la emisora e iniciar los trámites para la disolución del servicio. Después, una vez acallada la Radio (también la televisión), inició el despido del personal a través de varios ERTE´s y ERE que aún hoy (19 meses después) se encuentra en fase judicial.
La operación política es tan evidente que desde el equipo de gobierno se llegó a reconocer públicamente que si el Ayuntamiento perdía el ERE, su intención era reubicar a los trabajadores en otros servicios municipales pero que nunca se volvería a poner en marcha la emisora.
Por tanto...
  • ...ni problemas económicos
  • ...ni cuestión de competencia
  • ...ni gaitas 
Ondajaén era una cadena incómoda para el poder político, y no ha parado hasta que ha acabado con ella.
Cierto que en Sudamérica los periodistas pierden la vida; también en África, en Oriente Medio, en los países árabes... Y no hay nada más preciado que la vida. Pero en nuestro primer mundo no todo es color de rosa; la persecución al periodista también existe. La gran diferencia es que nosotros tenemos más armas para defendernos, otra cosa es que las usemos o queramos usarlas.
¡¡VIVA LA RADIO!!

lunes, 8 de febrero de 2021

Yslamac, una ventana al futuro


Me encanta la sintonía y el eslogan del podcast: Cuatro náufragos tecnológicos y sus cosicas. Y estoy seguro de que no sería lo mismo sin el tono que le da Sixto a cada inicio de capítulo.


Me estoy refiriendo a Yslamac, un podcast que vive su quinta temporada, que sigo desde el principio, que se autodefine como Yslamac La Ysla de los Macníficos, y ahí mismo encontramos una clara declaración de intenciones de lo que son: cuatro fanáticos de la compañía de la manzanita, pero no por ello aceptan todo lo que hace sino más bien lo contrario pues se muestran tremendamente críticos con aquello que consideran una traición al legado de Steve Jobs (juraría que es la figura más cercana a Dios que contemplan en sus pensamientos). ¡¡Jejejeje!!. En casi todos los capítulos podemos oír a Damarfu uno de sus gritos de guerraTim Cook dimisión.

Por esas cosas que tiene la vida he pasado de ser oyente del podcast a convertirme en uno de los cuatro náufragos. Reconozco que muchas veces me suena a chino lo que dicen, especialmente el Almirante y sus temas complejísimos, pero ese es precisamente uno de los grandes valores de Yslamac: nos llevan de la ciencia ficción a su aplicación práctica. Los náufragos, con sus friki investigaciones, van muy por delante, tecnológicamente hablando, de donde nos encontramos el resto de mortales. Hay temas que cuesta trabajo creer que sean reales y no el guión de una película del siglo XXX, pero sí, sí que lo son. Y esos asuntos alucinantes de hoy serán mañana el desarrollo de aparátenos, maquinitas o servicios que utilizaremos en nuestro día a día.

Yslamac es una ventana abierta a lo que será nuestro futuro tecnológico, aunque en ocasiones vemos ya nuestro presente.

Yo hago lo que puedo, procuro estar a la altura, aprendo la leche con ellos, aporto mi granito de arena... y sobre todo ¡¡me lo paso genial!!

En Yslamac encuentro cada mes un punto nostálgico a algo que fue y que ojalá regrese. Yslamac es grande, muy grande, por sí misma, pero también un punto de apoyo para coger impulso, para saltar.

Gracias.