sábado, 26 de septiembre de 2015

Una visita más que inoportuna

Me volvió a fallar el olfato.
Ha habido muchas veces en las que he ido al cine sabiendo que lo que iba a ver sería malo, pero en esta ocasión me equivoqué. La Visita tenía muy buena pinta, y ha resultado ser bastante mala.
Debo reconocer que me enganchó el trailer, y me esperaba algo así como Sexto Sentido: ¡¡ni de lejos!!
Una mujer se marchó de su casa hace 25 años fugándose con un hombre mayor y con la desaprobación de sus padres. Después de tantos años sin hablarse con sus progenitores, son ellos quienes se ponen en contacto con ella para pedirle que les deje ver a sus nietos, un niño y una niña que jamás tuvieron contacto con sus abuelos.
Y esa es la historia. La visita de una semana que hacen estos nietos a sus abuelos desconocidos. Unos abuelos que parece que tienen algún problema mental que poco a poco se va acrecentando. Los niños lo van padeciendo con la duda de si es algo grave, o simplemente normal dentro de personas de edad tan avanzada.
La película te marea un poquito desde el momento en el que todo gira en torno al documental que la nieta realiza de la visita a sus abuelos: todo lo vemos a través del objetivo de la cámara de la niña.
Ya digo que lo que parecía una buena historia acaba siendo algo bastante malo que concluye como tú te has imaginado desde un primer momento, pero que no quieres creer que será así porque, de serlo -finalmente lo es-, resultaría decepcionante por la simpleza del mismo.
Aconsejable no verla.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Para mayores que encanta a los niños

¿Qué creéis que es más importante en el desarrollo de cualquier persona: ira, asco, alegría, miedo o tristeza? Pues esos cinco elementos son los que protagonizan Del revés (Inside Out), una película de dibujos muy divertidos, que encanta a los niños pero que es para mayores.
La trama nos presenta a esos cinco elementos como conductores de la mente de cualquier individuo, y que a la postre marca su personalidad. Nos ofrece el proceso de maduración desde que una niña nace hasta que va creciendo tanto física como mentalmente.
El planteamiento es una especie de pelea -o quizá sea más adecuado decir intercambio de opiniones, en ocasiones tremendamente encontradas- entre esos cinco elementos para conducir la vida de la pequeña Riley. Se suceden una serie de aventuras donde cada elemento trata de imponerse a los demás, y según destaque uno u otro Riley está triste, alegre, enfadada, con miedo...
Seguramente ninguno de los niños que acude a una sala de cine para ver esta película se aproxima ni de lejos a este asunto, sino que queda en el simple disfrute de unos dibujitos que enganchan desde el principio. 
Eso hace que sea una película para ellos, los peques, y también para los papás porque en la disyuntiva de saber cuál es -de los cinco- el más importante (todos apostamos por uno, seguro), acabamos llevándonos una sorpresa.
Aconsejable verla.

martes, 1 de septiembre de 2015

Aprender de "la Dama del candil"

Hace ya un tiempo que vengo leyendo un libro sobre personajes históricos. Son muchos a los que me he aproximado ya, prácticamente de todos los colores, pero el de hoy es el que más me ha llamado la atención. Se trata de Florence Nightingale, conocida como "la Dama del candil".
Nacida en una familia británica aristocrática en 1820, desde muy joven decidió ser enfermera; pero lo tuvo difícil tanto por su posición social -estaba mal visto- como por el hecho de ser mujer -qué os voy a contar-.
Sin embargo, lo consiguió finalmente, y su primer destino fue un hospital del ejército británico en Turquía durante la guerra de Crimea. "Las condiciones que encontró eran infernales: cloacas rebosantes, montones de ratas e insectos en las salas, y muchos más soldados fallecidos a causa de enfermedades que por las heridas en el campo de batalla. Suministrando agua corriente y comida fresca a los heridos, y manteniendo la limpieza del hospital, Nightingale consiguió realizar unas mejoras espectaculares. Cuando llegó al hospital la tasa de mortalidad ascendía al 60% de los pacientes. Cuando se marchó era del 2%".
Gran ejemplo el de la apodada "la Dama del candil" -os animo a buscar la razón- en lo que a perseverancia y pelea por una idea se refiere, pero también por conseguir grandes logros a partir de cosas tremendamente simples. 
En un momento como este, recién llegados de las vacaciones y con los ánimos por las nubes configurando objetivos para el próximo curso, se nos va la olla. El querer hacer cosas no solo no es malo sino que es tremendamente positivo, pero de ahí a las agendas que nos montamos va un mundo. De hecho, en este exceso de planificación podemos encontrar el causante de que al final no consigamos lo que buscamos.
En lugar de tanta ambición tanto en la meta como en los medios a utilizar, si seguimos el ejemplo de Nightingale, su apuesta por lo sencillo, igual nos va mejor.
Yo lo voy a intentar. ¡¡Uff!!

martes, 11 de agosto de 2015

¿Habrá vida tras una fascitis plantar?

A lo largo de los muchos años años que llevo practicando el atletismo a nivel aficionado) he tenido alguna que otra lesión. No han sido muchas las recuerdas de mala manera porque te fastidian mucho: esguinces de tobillo, problemas en las rodillas, en la cadera... y sobre todo mucho isquiotibial dañado.
Al principio mi visita al fisio era para curar las lesiones, pero a medida que iba leyendo y teniendo más experiencia, además de para solventar los problemas, suelo acudir cada mes y medio o así para un masaje de descarga. Y precisamente fue en una de estas visitas rutinarias cuando le llamé la atención sobre cierta molestia que empezaba a tener en la planta del pie derecho. Nada serio, pero me picaba de vez en cuando.
Manos Mágicas Pili (MMP) tardo segundos en detectarme principio de fascitis plantar. Tras un breve intercambio de preguntas (ella) y respuestas (yo), llegamos a la conclusión de que había sido por intentar cambiar la pisada demasiado rápido. Yo siempre he corrido talonando, es decir, apoyando primero el talón y después el resto de la planta del pie. Llevaba ya meses intentando cambiar para apoyar primero la media planta del pie, y eso era lo que había provocado la lesión. Un cambio de pisada ejecutado demasiado rápido (lo aconsejable es cambiar en un año aproximadamente, y no en unos meses).
Tras el masaje la cosa quedó bien, y me aconsejó no correr en unos días, o, de hacerlo, que fuera de manera ligera, pocos kilómetros, y en caso de dolor, parar inmediatamente. Este masaje fue el pasado 9 de junio, martes. La idea era una descarga de las piernas de cara a la media maratón de Martos que iba a disputar el domingo, día 14. Confiaba en mantener mi plan a pesar del principio de fascitis, y por ello me probé en un par de salidas cortitas; el dolor fue a más. Pero como no era demasiado, y tenía muchas ganas de Martos -estaba en forma y buscaba hacer una buena marca-, decidí correr los 21,097 kilómetros.
La idea era calentar con más antelación de lo normal para que la zona afectada se calentara, y empezar la carrera en buenas condiciones. Pero todo salió mal. El dolor apareció durante el calentamiento, y no solo no remitía sino que iba a más cuanto más corría. Empecé la carrera y en el kilómetros dos el dolor era demasiado alto como para correr bien. ¿Abandono? Nunca lo había hecho, de ahí que opté por acabar aunque fuese a un ritmo muy lento y lejos de mis tiempos habituales.
Al llegar a casa comprobé que prácticamente me había reventado la planta del pie. Tenía un moratón de unos nueve centímetros de diámetro, y con varios hilillos de derrame en dirección al empeine. No podía casi ni apoyar.
Desde aquel 14 de junio he realizado varias sesiones más de fisio (algunas con punción seca bastante dolorosa), aunque la recuperación nunca era completa porque cuando MMP me decía que corriera un poquito para ver cómo iba la cosa, yo me metía 14 kilómetros. Eran las ganas de volver a rodar, pero no conseguía mas que retroceder en la recuperación.
No podía seguir así, por lo que desde hace un mes decidí parar completamente. Ahora sí seguía a rajatabla las órdenes de MMP. Primero, nada de correr. Después alternar andar con algún ratito corriendo. Más tarde, empezamos andando para alternar dos minutos corriendo y dos minutos andando. Así progresivamente hasta que ampliamos el tiempo de carrera y reducimos el de andarín.
A lo largo de estos dos meses me he desesperado bastante, sobre todo cuando al hablar con compañeros de fatigas todos podían una cara malísima al saber que sufría fascitis plantar. 
Hoy, dos meses después, he logrado correr 10 kilómetros seguidos. ¿Y sabéis lo mejor? Que ni el dolor ni la sensación de resquemor han aparecido. Hasta ahora lo veía todo muy negro -he leído algunos casos de corredores que han tardado años en curarse, e incluso algunos tuvieron que abandonar la práctica deportiva por una fascitis plantar-, pero hoy parece que vislumbro algo de luz al final del túnel.
Me da la sensación de que hay vida tras una fascitis plantar. Estoy contento por esto y también porque este viernes es la III Carrera del Melón, en Higuera de Calatrava. Podré participar y -espero- acabar sin lesionarme. El tiempo será malo porque -tras dos meses de parón, la forma está baja- pero seguro que hay más ocasiones para mejorar.
Ya os contaré.

viernes, 10 de abril de 2015

Objetivo París (IV): Alea iacta est

Je, je, je!!!. 
Ya estamos otra vez donde, la última, dije que no volvería. 
No sé qué tendrá esto del atletismo, pero es complicado dejarlo. Heme aquí tal día como hoy, viernes, 10 de abril de 2015, a dos días de afrontar mi maratón número 11. Será el próximo domingo, a partir de las 8,45 horas, con salida a unos pocos metros del Arco del Triunfo, en París.
Confío en que la meta, que está a una distancia equidistante de la salida con respecto al monumento, sea positiva y me permita recoger el fruto del trabajo realizado hasta ahora.
Han sido doce semanas de entrenamiento específico para la prueba, con tiradas largas, cortas, a deshoras, lloviendo, con calor, con ganas, otras sin ninguna... pero sobre todo casi siempre haciendo encaje de bolillos para hacer compatibles las tiradas con el resto de mi vida (familiar, laboral...).
Esto último es lo que más me jode cuando no logro los objetivos marcados, que haya sido trabajo en balde. Pero como me dice un sabio corredor de mi club, el Maratón Jaén, déjate de tiempos y ve a disfrutar. Pues eso es lo que voy a hacer, querido Paco, salir a disfrutar. Si se consigue el tiempo deseado, perfecto, y si no, pues otra vez será.
Mi mejor marca en maratón está en 3h25'10''. Voy a intentar mejorarla, pero esa era también mi intención en Murcia, hace unos meses, y acabé como el rosario de la aurora, y haciendo mi segunda peor marca. Por eso digo, vamos a salir a disfrutar, y poco a poco iremos viendo qué podemos hacer.
En estas doce semanas he recogido 589 kilómetros -quizá sean pocos- entre entrenamientos y pruebas domingueras, casi he finiquitado dos pares de zapatillas, y he experimentado alguna cosilla que pretendo poner a prueba el domingo.
Esta mañana he realizado mi última tirada. Por tanto, y como también dije la última vez: alea iacta est.
Ya os contaré.

sábado, 4 de abril de 2015

Servicio público: Ondajaén RTV

El Diccionario de la Lengua Española (DRAE) define el término "servicio público" de la siguiente forma: Actividad llevada a cabo por la Administración, o bajo un cierto control y regulación de esta, por una organización, especializada o no, y destinada a satisfacer las necesidades de la colectividad.
El María Molinere habla en términos muy parecidos: Cualquiera de los que se prestan por el Estado, la diputación provincial o el municipio, o por una empresa, para la gente en general.
Podríamos poner un millón de ejemplos de lo que es servicio público, pero yo me quedo con lo que estamos viendo estos días en Ondajaén Televisión (también radio). Hablo de la retransmisión de la Semana Santa. Creo que se trata del principal y quizá mejor exponente del existir de la emisora pública municipal.
Cada día podemos conocer a través de las redes sociales, y de viva voz por parte de los propios jienenses, lo mucho que se agradece de manera mayoritaria este tipo de trabajos. Aunque para mí tiene mucho mayor valor la opinión -también favorable, y de qué manera- de numerosas personas mayores, enfermas, etc que no pueden salir de sus casas, y que tienen en Ondajaén la única forma de ver esas procesiones a las que tan aficionados/as eran de más jóvenes o de cuando tenían mejor estado físico, pero ante las que ahora les resulta imposible ser testigos directos de no ser a través de la televisión.
Conozco bastantes casos de estos últimos, que no tienen tanta repercusión en las redes sociales, pero cuyo testimonio directo me parece de valor incalculable.
Ondajaén ha estado desde su nacimiento en el ojo del huracán, y supongo que seguirá estándolo en el futuro. Sin embargo, momentos como estos despejan cualquier duda sobre su necesidad, o no. 
Hay quien apuesta por su cierre debido al coste económico que supone, y debo reconocer que no es mal argumento. Lo que ocurre es que el verdadero servicio público, aquel que más valor tiene, es el que se realiza cuando nadie más lo hace. Me explico. Tened claro que cuando la empresa privada ve negocio en algún asunto, no duda ni un segundo en meter cabeza. ¿Qué es lo que queda descubierto? Muy fácil... aquello que nadie ofrece porque no se le saca tajada económica. Y ahí reside el gran valor de Ondajaén, el de estar donde está cuando todos los demás se han ido o nunca han estado. 
No os quepa la menor duda de que si la Semana Santa fuera rentable, o el Real Jaén, o el Jaén Paraíso Interior, o el bádminton, o la San Antón, o la Feria de San Lucas... no habría empresa privada que no lo tratara. Sin embargo, la única televisión que ofrece estos contenidos -y aún muchos otros- de manera continua, en cantidad y en calidad es Ondajaén.
Si la continuidad, o no, de los servicios públicos que ofrecen las administraciones se decidiera única y exclusivamente por su rentabilidad económica, ¿cuántas carreteras habría que dejar de mantener de esas que llevan a pueblos pequeñitos? ¿cuántos colegios habría que cerrar de aldeas? ¿por qué mantener el servicio de recogida de basura de esos núcleos urbanos minúsculos? ¿cuántos hospitales dan superávit? ¿y colegios? ¿y la ley de dependencia?...
Creo sinceramente que Ondajaén cumple desde su puesta en marcha un papel muy importante para la sociedad de Jaén, de ahí que con sus luces y sus sombras, como en cualquier ámbito donde nos movamos, entienda que, como decía aquel dicho, "si no existiera, habría que inventarla".
Mi enhorabuena a todos mis compañeros que se lo están currando en esta Semana Santa, y el resto del año.

miércoles, 1 de abril de 2015

Objetivo París (III): las zapatillas

El Maratón de París que tendrá lugar el próximo 12 de abril supone mi 11ª incursión en la que dicen es la prueba rey del atletismo. Rey no sé si será, pero jodida... bastante. Y no únicamente porque haya que afrontar los 42.195 metros, sino por los tres meses de preparación que supone y todos los sacrificios que ello conlleva.
Pero como apunta aquel dicho de que "Sarna con gusto no pica", pues como digo, y pese a la malísima experiencia anterior de Murcia, aquí estamos de nuevo.
11 días faltan para la carrera, y hace algunas jornadas me llegaron las zapatillas con las que correré. Tras varios maratones usando la marca K-Swiss (Valencia 2013, Sevilla 2014 y Murcia 2014), regreso ahora a New Balance. Es quizá la marca con la que más a gusto me siento (junto con Saucony), siendo las zapatillas que mejor resultado me han dado tanto en el maratón en sí como en los meses de preparación con largas tiradas que ponen a prueba las zapatillas más pintadas, y éstas (las dos) siempre han cumplido. No sé la razón, pero suelo dejar las NB para las carreras, mientras que las Saucony son las que gasto en las tiradas de preparación. Y hasta ahora me ha ido bien.
En esta ocasión, y dado que las K-Swiss están ya bastante tocadas por el tanto y tan intenso uso (más de 690 kms), tenía que comprar unas zapatillas nuevas para este maratón; he optado por unas NB 1080 V4. Fue hace algunas semanas, como siempre aprovechando una oferta interesante dado que acaba de salir al mercado el modelo NB 1080 V5. Ya he rodado con ellas un par de días, y la verdad es que son un valor seguro.
Un poco cantosas no niego que sean, pero lo importante es el modelo, sus características, y algo que ayuda bastante, al menos a mí: el componente psicológico. Siempre me ha ido bien con esta marca, y de hecho mi mejor tiempo en un maratón (3h25'10'', Sevilla 2012) fue precisamente con el modelo NB 1080.
New Balance, París, 11ª maratón... no son malos argumentos para intentar pasarlo bien. Voy a procurar incluso hacer una buena marca, pero eso no lo sabré hasta que cruce la meta (bueno, quizá un poquito antes).

domingo, 25 de enero de 2015

Objetivo París (II): empezamos

A pesar de lo mal, extremadamente mal, que lo pasé en el pasado Maratón de Murcia, aquí estamos otra vez preparando un nuevo reto de los 42.195 metros.
Esta semana que hoy acaba es la primera de las doce de que consta mi plan de entrenamiento que concluirá el próximo 12 de abril. Ese día se celebra el Maratón de París. 
Ya casi me da cosa hablar de objetivos porque en las últimas pruebas no solo no los he conseguido, sino que casi la espicho. Pero es que el deporte es así. Hay que entrenar duro, de una manera constante, y por supuesto adecuadamente a lo que pretendes conseguir. Si el entrenamiento es inapropiado o te saltas mucho de lo que deberías hacer, luego no puedes quejarte de que las cosas no salen como esperabas.
Tenía previsto haber realizado para París un plan de 17 semanas, pero finalmente he optado por otro de 12. Los muchos otros fregaos en los que estoy metido me impiden disponer del tiempo necesario, pero confío en aprovechar al máximo los momentos libres que tengo para realizar las cosas como deben hacerse.
Empezado pues el nuevo reto de rebajar mi mejor marca que está en 3h25'10'' (Sevilla, febrero de 2012). El ánimo está dispuesto, el destino es más que atractivo, también tiene su cosilla el tratarse de mi maratón número 11... ahora solo falta llevar a la práctica lo mucho teorizado.
Atentos a ese dorsal número 4937.

sábado, 17 de enero de 2015

Otra vez olvidado

¿Os imagináis un cumpleaños, un santo, un aniversario.... del que nadie se acuerda y por tanto nadie nos felicita?. Nos quedaríamos francamente decepcionados. Pues eso es precisamente lo que ocurre hoy porque en este sábado se celebra algo de lo que nadie se ha acordado.
Hoy es 17 de enero de 2015, y hace nueve años (el 17 de enero de 2006) que el entonces presidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, llegaba a Jaén para presentar el denominado Plan Activa Jaén Siglo XXI.
En teoría Jaén iba a recibir una ingente cantidad de dinero para recuperar el gran atraso que tenía en relación a otras regiones del país. Algunos defendimos que aquello era un timo, el Timo Jaén Siglo XXI, y creo que el paso del tiempo nos ha dado la razón. El Activa Jaén no solo ha desaparecido del mapa, sino que nadie -y eso que a los políticos les gusta un rato colgarse medallas- vuelve sobre él, y ni siquiera lo recuerda. 
Da la sensación de que nadie quiere ser relacionado con algo que está mal visto. Cuanto más lejos mejor. 
Por algo será.

viernes, 16 de enero de 2015

Buena memoria

Cuando llega el 16 de enero cada año siento el estómago como si tuviera dentro mariposas. Es el efecto de la San Antón. Quizá la mejor carrera de España, que nos pone muy nerviosos a todos a quienes nos gusta eso del running.
Pero en mi caso la celebración es mayor porque también festejo otra onomástica. Se cumplen años de aquella ocasión (año 2003) en la que el candidato del PSOE de Jaén a la alcaldía de la capital me echaba de una rueda de prensa que había convocado.
Mi entonces -y todavía hoy compañero- camarógrafo Cristóbal Macías y yo nos vimos envueltos en un incidente tremendamente desagradable. Marcos Gutiérrez no quería en su rueda de prensa las cámaras y los micrófonos de Ondajaén, y  a pocos minutos del inicio de su comparecencia nos invitó a marcharnos a través de su entonces jefa de prensa.
Llamativo, ¿verdad?, que un aspirante a ser alcalde de una ciudad cercene el derecho fundamental de la libertad de expresión al medio del que aspira a ser jefe, y de los ciudadanos a los que pide el voto para gestionar sus designios locales diarios.
Cada año, en este día, es obligado un Catite sobre el asunto porque no quiero que ocurra aquello de que Quien olvida su pasado está condenado a repetirlo.
No fue, seguro, la mejor acción de Marcos Gutiérrez, del que espero actuara mejor en sus años posteriores como integrante del Consejo Asesor del presidente de la Junta de Andalucía, cargo al que llegó tras perder aquellas elecciones municipales. ¡Qué cosas tiene la vida!

domingo, 11 de enero de 2015

¡¡Vaya con Pitágoras!!


Seguramente haya poca gente a la que no le diga nada el nombre de Pitágoras. Al menos nos debería  de sonar su célebre teorema matemático -otra cosa es que lo recordemos- (el cuadrado de la hipotenusa de un triángulo rectángulo es siempre igual a la suma de los cuadrados de los catetos), y como consecuencia asociamos que era un genio de las matemáticas.
Sin embargo, estos días he descubierto algo más sobre él. ¿Sabéis que creó una religión? La religión pitagórica. Se basaba en que "el alma era indestructible, pero que las personas debían seguir ciertas normas para alcanzar la mejor reencarnación una vez acaecida la muerte física".
Lo más llamativo es que, entre las reglas adoptadas por sus seguidores, se encontraba no llevar calzado en el templo, no tener contacto con los gallos blancos, calzarse siempre primero el pie derecho, y abstenerse de comer habas.
¿Qué poco casan estas últimas supersticiones con tanta lógica matemática, verdad?. 
He dejado lo mejor para el final. Pitágoras también creía que el estudio de las matemáticas era una obligación religiosa. Eso ya me gusta más. Yo habría ido un poco más, y seguro que a muchos le hubiera venido bien, como obligación religiosa, estudiar lengua, idiomas... y sobre todo el respeto a los demás.

viernes, 9 de enero de 2015

Yo también hubiera cambiado a Brian

Creo que en el mundo del fútbol solo hay un colectivo que tenga más valor que los árbitros: los entrenadores.
El deporte nacional en nuestro país no es ni el fútbol, ni el baloncesto, ni el atletismo... ¡¡qué va!!!. Aquí todo el mundo es... ¡¡entrenador!!. Todos entendemos de eso, de ahí que cuando nuestro colega el entrenador del equipo del que somos aficionados (da igual el deporte) hace un mal cambio, se equivoca en la alineación inicial, falla en la disposición táctica, tuerce la forma de afrontar el partido... nos parece mentira que cometa tropiezos de tanto calibre porque los ve hasta el más inútil.
El domingo pasado ocurrió algo parecido en el estadio de La Victoria. El entrenador del Real Jaén, José Jesús Aybar, se equivocó claramente al quitar del terreno de juego al extremo Brian. Otra vez -van unas pocas- fue el único que no se dio cuenta de su error, y eso que la grada casi al unísono intentó hacerle ver su equivocación, pero éste miró para otro lado, y siguió adelante con su decisión.
Después llegó una queja generalizada que se trasformó en intensa música de viento hacia el míster cuando el colegiado dio el pitido final del partido.
Además de Aybar, había otros 3.000 entrenadores aproximadamente en el estadio, y la decisión la tomó el que menos sabía. 
Bueno, se ve que yo tampoco entiendo mucho porque, de haber sido Aybar, igualmente hubiera cambiado a Brian. Es cierto que el jugador fue quizá el mejor de los locales en la primera parte, pero en la segunda estuvo mucho más discreto. Vamos, Brian y prácticamente todos los demás. De ahí que yo también hubiera quitado a Brian o cualquiera del resto de sus compañeros que estaban en ese momento en el terreno de juego. Seguramente a J.J. se le pueda criticar por muchas cosas, pero entiendo sinceramente que lo del domingo fue otra historia.
El fútbol es así. Una pena.

miércoles, 7 de enero de 2015

Otra vez esa religión

Más de una conversación he tenido sobre la religión y el mucho daño que ha hecho a la Humanidad a lo largo de la Historia. Y digo esto desde mi activa militancia católica, que nunca he ocultado sino todo lo contrario, y en la que en un día como hoy ratifico.
Ante acontecimientos como los ocurridos esta mañana en Francia me acuerdo de una de mis más agresivas contendientes en esos debates de mesa camilla a la que no consigo meter por verea, y vaya si lo intento y le pongo ganas. Pero no hay forma de hacerle ver que eso de meter casi por los ojos a quienes tienes a tu alrededor lo bueno que es la religión suele tener el efecto contrario: el rechazo.
Desde hoy tengo un nuevo argumento para desechar eso que lleva hasta un extremo difícil de entender lo que llegó a nuestra sociedad para hacer el bien, o al menos intentarlo. ¿Cómo se puede tergiversar algo de esta forma como para hacer todo lo contrario del fin para el que se creó? Y lo peor es que el asunto va a más.
Ojalá la siempre sabia Providencia vierta la luz necesaria para solventar el -quizá- mayor problema que ha existido a lo largo de la Historia porque creo que ningún elemento como esa otra religión dejó tras de sí un rastro de sangre tan extenso. Apelo a la Providencia porque no sé a quién se puede recurrir para meter por cintura a una especie tan dañina como la humana.