domingo, 27 de junio de 2010

Ajuste de cuentas erróneo

Es funcionario del Ayuntamiento de Jaén, pero su buen hacer y su capacidad le han llevado a ocupar cargos de responsabilidad en diferentes etapas. Debe ser bueno en lo suyo porque con él contaron, para el mismo puesto, alcaldes del PSOE y alcaldes del PP. Pero en esta última legislatura la cosa cambió. No se sabe/entiende bien por qué, desde el minuto cero fueron a ajustar cuentas con él. No sólo le destituyeron de su cargo sino que, para empezar, le dieron una mesa y una silla en un despacho escondido para que leyera el periódico durante las ocho horas de su jornada laboral. Algo después le asignaron alguna función, casi, casi por compromiso.
Ahora, quienes le cortaron los huevos reconocen su error de la forma que más les duele, ofreciéndole de nuevo el cargo que le quitaron. Lo peor es que lo hacen porque lo que él dejó como una de las áreas de mayor solvencia del Ayuntamiento es ahora un auténtico desastre.
Él, demostrando infinitamente más clase que sus verdugos, les ha dicho que si quieres arroz Catalina. Y ellos se han quedado con un palmo de narices, y casi un motín en un lugar que iba como la seda.
Un ejemplo más de que para determinados cargos no debería bastar con ser español y mayor de edad... también habría que exigir algo de capacitación intelectual.

miércoles, 23 de junio de 2010

Menos EScoba, y más EScuela (y III)

En este mundo en el que nos ha tocado vivir -siempre ha sido así, independientemente de la época histórica- las relaciones entre las personas (estudios, trabajos, amistades...) se rigen por el principio del prestigio, de la seriedad, de la confianza que nos generan las personas, las instituciones, las empresas... Vendría a ser algo así como el honor, el mantener la palabra que tanta fortuna alcanzó en las épocas medievales tanto en contextos públicos como privados.
Hace ya tiempo que eso no está de moda, y en el caso de Jaén hemos vivido recientemente un flagrante ejemplo. Me refiero a la consecución, para la ciudad, de la denominada Escoba de Plata, esto es, un galardón que ofrece no sé que organismo a las ciudades más limpias de España. El concejal de Mantenimiento Urbano, Eduardo Castro, nos sorprendió a todos en su día con el anuncio público del objetivo que perseguía... sorpresa que rápidamente llevaba a la sonrisa porque nosotros, quienes conocemos y vivimos en Jaén, sabemos que el simple hecho de aspirar a dicho reconocimiento suena a chiste más que a otra cosa.
Pues bien, no sólo se intentó sino que se ha conseguido. Jaén es desde el pasado 10 de junio una de las ciudades más limpias de España, al igual que otras -creo- 99 localidades que fueron premiadas.
Parece ser que los requisitos a cumplir para alcanzar el premio no es el que la ciudad esté limpia, sino la intención de los gobernantes de que así sea -igual que Obama con lo del Nobel-, los recursos humanos y técnicos que se tienen en función de la población... y alguna cosa más en este sentido. Sin embargo, y aunque mi primera intención era concretarlos, así como el nombre del organismo concesionario, siento tanta apatía hacia la institución en cuestión que ni siquiera lo he intentado.
Manda güevos que a Jaén le den un premio así, y no lo digo únicamente por la falta de recursos de limpieza, que los hay, sino porque los jienenses somos más bien guarretes en este sentido. Ahí están las calles y las actitudes cívico-limpias-sucias de las que hacemos gala en nuestro día a día.
Lo dicho, no sé si el premio en cuestión tenía hasta ahora prestigio, o no, pero de lo que sí estoy seguro es de que hoy día pinta menos que un concejal de Cuenca... en el ayuntamiento de Martos.

sábado, 19 de junio de 2010

Un entrenador

Ocurrió ayer. Llegué a la sala de prensa del estadio de La Victoria para cubrir la presentación del nuevo entrenador. Mientras preparábamos micrófonos, cámaras, cables, etcétera pregunté a todos los que allí estaban si con Óscar Cano el Real Jaén mejoraba con respecto a Cervera, empeoraba o se quedaba como estaba. Y recibí la respuesta de alguien que me ha hecho reflexionar mucho: es... un entrenador, me dijo. Y la verdad es que tenía y tiene razón quien así habló. En esto del fútbol, tanto en lo referente a entrenadores y también a futbolistas, existe poco apego a los colores. Llegan, ganan dinero -generalmente bastante-, echan un año, o dos, o tres... y se largan. Quien está condenado a resistir cualquier circunstancia es el aficionado. Por eso mismo, por la necesidad que tiene de conseguir aliados que le hagan su existencia deportiva más llevadera, el aficionado tiende a hermanarse con entrenadores y futbolistas, a hacerse uña y carne con ellos, pero la relación siempre acaba con la marcha de unos -independientemente de la situación en que se encuentre el club y el equipo, generalmente mala-, y una nueva resignación de la mayoría.
Reconozco mi debilidad por Carlos Terrazas, aunque será difícil olvidar la putada que le hizo al Real Jaén abandonando el banquillo el día de antes de empezar la liga. Con Álvaro Cervera creo, lo he dicho mil veces, que se ha sido tremendamente injusto. Asumió el reto de tomar las dificilísimas riendas abandonadas por Terrazas, y cuando algunos rezábamos para que no fuera esa la temporada del descenso, Cervera, teniendo en contra todo lo que podía tener y algo más, no sólo mete al equipo en liguilla de ascenso, sino que llega a la segunda eliminatoria cayendo ante un rival superior. Se marcha porque así lo exigen las circunstancias.
Ahora llega Óscar Cano. Tiene buena pinta, sabe y bastante de esto, conoce la categoría, el grupo, es un estudioso del fútbol, tiene un ramillete de futbolistas que están esperando su llamada, y apuesta por el buen trato al balón, eso que tanto nos gusta. Lo dicho, tiene buena pinta pero no deja de ser un... entrenador... (más que llega al Real Jaén).
El equipo empezó ayer la temporada 2010/2011. El primer fichaje, el entrenador. El siguiente serán los socios, cuya campaña de abonados se presentará el lunes. Entre medias, una mala noticia. O peor, dos. Hoy han descendido Cádiz y Murcia. Los dos quedan encuadrados en el grupo cuarto. Los dos primeros problemas gordos que surgen ante el Real Jaén para que ésta pueda ser la temporada del ascenso. Problemazos y todavía ni ha empezado la pretemporada.
Que nos vaya bien.

miércoles, 16 de junio de 2010

Una historia emocionante

Llego a El factor humano (John Carlin. Círculo de Lectores. 2009) después de haber visto la película (Invictus). Un film que si bien resulta interesante a priori por tener a un partido de rugby como hilo conductor de un tema tan importante como el apartheid en Sudáfrica, y contar con una de las mejores parejas que ha dado la historia del cine (Morgan Freeman como actor protagonista, y Clint Eastwood en la dirección)... digo que si bien todo esto son elementos positivos, no acabó de convencerme el papel mesiánico, de hombre extremadamente bueno que se otorga a Nelson Mandela. Resulta poco creíble por lo tan bueno que se nos presenta.
¿Cómo se resolverá este asunto en el texto original? ¿Será realmente así, o Hollywood vuelve a hacer de las suyas?. Pues bien, y como suele ocurrir, el libro es infinitamente mejor que la película. Ciertamente hace referencia al mundial de rugby que Sudáfrica acogió en el año 1995, y a la gran final entre los anfitriones, los Springboks, y los favoritos, los All Blacks de Nueva Zelanda -que ganaron los locales contra todo pronóstico-... habla de este acontecimiento deportivo pero de muchas más cosas. La película sólo se centra en el mundial y en la gran final, mientras que el libro lo que hace es contarnos la historia de Nelson Mandela; desde que está encarcelado -sus principios, sus sensaciones, sus gestiones para acabar con el apartheid, su poco exitosa vida personal...- hasta que alcanza la presidencia de su país, y opta por una gestión basada en poner la otra mejilla, en ofrecer la reconciliación a quienes tanto habían machacado a los negros en Sudáfrica, en lugar de tomar el camino, infinitamente más fácil, de la venganza. Un trabajo arduo y difícil para el que no sólo tuvo que convecer a sus antiguos y presentes enemigos, sino también a los suyos, quienes en su gran mayoría buscaban ajustar cuentas. Este es precisamente el principal valor -a mi entender- de El factor humano, la descripción de una persona y de un proceso donde se muestra el éxito que supone -y es algo real, que está ahí, escrito en la historia de la humanidad- el ofrecer la mano tendida en lugar de el puño de hierro.
Si Mandela aparecía en la película como un Mesías, casi como un Dios, y no me lo creía mucho, en el libro se presenta, si cabe, mucho más endiosado, y sin embargo no sólo lo crees y te convence sino que además provoca tanta emoción que debo reconocer no haber podido reprender las lágrimas en más de una ocasión durante la lectura.
Deporte, política, apartheid, talante... son tratados con gran maestría por John Carlin en una obra construida a modo periodístico, esto es, mediante los comentarios a posteriori de los protagonistas reales de la historia que nos dejan un ejemplo a seguir y a tener muy, muy presente: Nelson Mandela.

lunes, 14 de junio de 2010

From London (IV). The end

Se acabó la aventura londinense. Ya estamos en casa. Llegamos casi a las once de la noche de ayer domingo, y por eso no pude ser fiel -con la puntualidad torrecampeña que me caracteriza- a traer a este espacio la crónica del día. Demasiado cansado del viaje, y sin demasiadas ganas de escribir.
La jornada comenzó, como siempre, poniéndonos puos -dentro de lo que había- en el desayuno bufé del hotel. No había aceite de oliva, o al menos el que nosotros conocemos; nos facilitaban algo parecido al aceite cuando estaba dentro de la botella, pero al caer sobre el pan tenía más aspecto de aceite de girasol, o simplemente agua. Al margen de eso, el resto bastante bien: embutido, mucha fruta, café, infusiones, algunos dulces, yogures, gran variedad de quesos...
Desayuno fuerte y a afrontar la única actividad prevista para la mañana: visita a la Torre de Londres. Era la tercera vez que la veía por fuera, y la primera en la que la recorría por dentro. No costó barata, pero mereció la pena. Impresionante la fortaleza -hasta que no estás dentro no entiendes su verdadera dimensión-, y no únicamente por su historia, por la leyenda de los cuervos (seis) que acoge, o por los impresionantes tesoros de la Casa Real que hay en su interior, sino también por la buenísima recreación que nos muestra de lo que fue el castillo en su época. Sólo faltaban por allí los reyes, reinas y demás nobleza haciendo de las suyas... pues algunos vecinos de antaño sí que nos encontramos.
Como digo, quedé gratamente impresionado. Me acordé mucho del Centro de Interpretación del Castillo de Santa Catalina. Lógicamente resultan incomparables las dos fortalezas, al igual que las dos ciudades, sus gentes, su turismo... pero ¡¡¡cuánto podría aprender nuestros políticos-responsables-públicos de lugares como la Torre de Londres para después vender turísticamente nuestra provincia!!!. Eso sí que es apostar por el turismo, y no muchas, muchísimas de las cosas que vemos por aquí.
Unas dos horas y media estuvimos en la Torre. Después, fácil... regreso al hotel, transporte al aeropuerto, embarcamos en el avión, llegada a Málaga, recogida de los coches, y regreso a Jaén. ¿Lo que más se me quedó de todo el trayecto?. Mi esposa, en el viaje de Málaga a Jaén, optó por la música de Nino Bravo. Hace unos días compró un disco con sus mejores canciones. Vaya tipo. Con razón tenía locas a todas las chicas. No sólo le dedicó una canción a Noelia... también a María, a Carolina... y porque no puse demasiada atención en las otras letras, pero seguro que hay más.
Punto y final a un gran viaje en el que quedaron cosas por hacer. Por ejemplo, visitar la Abadía de Westminster, el mercadillo de Notting Hill, asistir a una representación en el Shakespeare's Globe, y recorrer las calles emblemáticas del barrio de Marylebone. ¡Ea!, ya hay deberes y excusa para la próxima.

sábado, 12 de junio de 2010

From London (III)

No se si se trata de la diosa Casualidad o de un atractivo innato y oculto que tiene uno... porque segunda vez en mi vida que viajo a London, y segunda vez que coincido con su graciosa Majestad. Bueno, no se si es graciosa, o no, pero a mi me lo ha parecido, ademas de muy simpatica, cuando la he visto vestida de morado, como fiel seguidora del Real Jaen, gorrito incluido. Podria Carlos Sanchez promocionar el modelito en la tienda de La Loma.
El dia comenzo, como ya apunte ayer, con un viaje por el Tamesis que tuvo como punto final el London Eye. Desde alli, a pie hasta la Horse Guards Parade, aunque habia tanta gente y tan importante que solo pudimos ver a la Reina desde muy lejos. Por ello, decidimos seguir camino hasta Buckingham Palace para poder platicar con ella. Estuvimos en un preciosisimo jardin durante un buen rato, pero todo fue para nada porque llego en una carrocilla precedida por un follon de soldados a caballo, algunos tocando coplillas, y la seguian otro monton de soldiers -dicen aqui- tambien a caballo. Tampoco pudimos acercanos, aunque alguna foto hice con el movil. Cuando llegue a Jaen y las saque os la ensenare.
Acabado el acto, con nosecuantas salves a canonazo limpio, seguimos camino hace el Museo de Historia Natural, pasando por la puerta -solo nos hicimos una foto para inmortalizar el momento- de Harrods. Desde alli seguimos por Hady Park hasta Notting Hill; defrauda un poco el barrio porque esperabamos algo como en la pelicula, y se parece poco. Bueno, tambien hay que decir que hemos ido por la tarde, y el mercadillo es por la manana. Otra vez sera.
Cenamos alli mismo en un italiano unas pizzas enormes, mas grandes que el sombrero de un picador, acompanadas por una riquisima cerveza italiana.
El camino de vuelta, en bus de dos plantas; seguro que lo habeis acertado: nos subimos arriba y disfrutamos casi de una ruta turistica porque el viaje ha durado mas de media hora.
En el hotel es momento casi de hacer balance porque manana nos vamos. Bueno, todavia hay que exprimir la ultima manana. Alguna cosa tenemos pensados pero no lo sabremos seguro hasta que lo concretemos en el desayuno.
Hoy, como el resto de los dias, todo bastante bien. Una pena el que tengamos que irnos. Pero ya tengo planes para la proxima.

viernes, 11 de junio de 2010

From London (II)

Segundo dia y la cosa no ha ido nada mal. Es mas, estoy sorprendido por lo bien que esta transcurriendo todo... me refiero, logicamente, a lo de la chiquilleria. Algun intercambio de impresiones si que hemos tenido, pero entiendo que es algo logico. Sin embargo, como digo, la cosa la llevamos bastante bien, tanto ellos como nosotros.
La jornada de hoy, la primera completa en London, ha sido muy larga. Salimos del hotel a las diez de la manana, y hemos regresado mas de doce horas despues. Y lo mejor, sin incidentes sino todo lo contrario, con la mochila llena de cosas que no mucho tiempo atras hubiera considerado impensables.
Hoy iba a ser, meterorologicamente hablando, el peor dia del viaje. Asi lo apuntaban las previsiones, asi lo apunto el propio dia al amanecer con algunas gotillas y un cielo completamente encapotado, pero que finalmente no ha pasado de cierto vientecillo y frio hasta mediodia, y un magnifico dia de sol por la tarde, con una temperatura agradabilisima.
La prevision de mal tiempo nos hizo posponer hasta manana el viaje en barco por el Tamesis que teniamos previsto, y aunque finalmente nos hemos arrepentido porque, como digo, el tiempo ha sido buenisimo, manana lo disfrutaremos. Llegamos a pie desde un magnificamente situadisimo hotel hasta el London Eye. Y sin dudarlo he dicho que yo me montaba cuando lo hemos propuesto en grupo. Y eso que yo me he mareado siempre hasta en las mininorias de la Feria de San Lucas... grandisima eleccion la mia. (De la clavada ya hablamos otro dia).
Desde ahi, recorrido por el Big Ben (con fotografia con Policeman incluida), Abadia de Westminster, queriamos tomar cafe en el 10 de Downing Street (no nos han dejado ni acceder a la calle), paseo y almuerzo en St. Jame's Green Park con visita obligada a Buckingham Palace (tampoco nos han abierto la puerta, y eso que eran las cinco), shopping en Piccadily, visita rapida al British Museum (nos hemos centrado en Egipto y Mesopotamia, lo que mas atraia a los ninos), y vuelta al hotel en bus que hemos cogido gracias a que un policia ha parado el trafico para que pudieramos cruzar la calle y tomar el rojillo a tiempo. Que amables y simpaticos son estos tipos de los gorillos raros!.
La cena ha sido tipica inglesa: en un italiano.
Y todo esto... con ninos. Si, si, con ninos de cuatro, seis, ocho y ocho anos. Ahi es nada.
See you tomorrow.

jueves, 10 de junio de 2010

From London (I)

Hoy hemos comenzado una aventura familiar. No es porque estemos juntos de vacaciones (lo hacemos casi siempre) sino porque nuestro destino es London... y vienen tambien los ninos. Asi decimimos hacerlo cuando en los ultimos viajes que hemos hecho nosotros solos, tan lejos y por varios dias, desde el primer momento parecia que algo nos faltaba. Por eso, en alguna ocasion decidimos intentar mantener a la familia unida, y aqui estamos.
Es cierto que resulta impagable la ilusion que han tenido Lucia y Guillermo en los dias previos al viaje, y lo emocionados que han estado durante toda la jornada de hoy. Pero tambien reconozco que resulta un poco complicado hacer con ellos este tipo de escapadas. Desde siempre hemos estado concienciados a que no hariamos lo que nos gustaria, sino que el ritmo lo marcarian ellos; y asi lo estamos haciendo. Pero no es menos cierto que en algunos momentos.....(!!???). A lo mejor me entendeis si os digo que llevo hoy dados mas discursos que Mandela en el libro que estoy leyendo sobre su vida.
Al margen de eso, todo bastante bien. Bueno, y con eso incluido porque entiendo que cosas de este tipo nos sirven a todos.
No estamos solos -me refiero a Alicia, Lucia, Guillemo y un servidor-. Nos acompana otro matrimonio amigo con dos ninos de edades casi identicas a los nuestros. Y la cosa, como digo, va bien.
El viaje hasta el aeropuerto de Malaga salio como estaba previsto. Igual desde Malaga hasta London. Llegamos al hotel a eso de las cuatro de la tarde. Nos alojamos en un hotel muy proximo al Tate Modem. Como os podeis imaginar, ni se nos ha ocurrido visitarlo. Ya lo sufrimos bastante hace exactamente un ano. Si ha sido obligado cruzar el Puente del Milenio, ese que une el Tate con la Catedral de San Paul. Desde ahi hemos ido hasta el London Bridge, cruzando toda la City. Fotos obligadas en la Torre de London, cruzamos el puente, y de regreso al hotel. En el camino hemos cenado; cada uno lo que ha querido; yo he optado por zambullirme en la gastronomia local, y me he metido en un garito que casi te echaba para atras por la sensacion a fritanga que desprendia, pero los alones de pollo -con una salsilla picante- y otros pedazos de carne de pollo algo mas grandes han estado buenisimos. Marranas, pero buenisimos.
Ahora todos hacemos cola ante el cuarto de bano para una ducha y relajarnos. Manana espera otro dia duro. La verdad es que vamos haciendo lo que casi apetece en cada momento; aunque nos hemos juntado en alguna ocasion en los dias previos para decidir que hacer cada dia, finalmente optamos por la filosofia que me dijo mi suegra no hace mucho, es decir, La obra ira pidiendo el material.
Manana mas.
Good night and good lucky (especialmente para mi)
P.D.: no pongo acentos ni enes por lo jodido de este teclado britanico. Ya lo arreglare... o no.

domingo, 6 de junio de 2010

Menos EScoba, y más EScuela (II)

Sigo pensando que cada vez lo tiene más difícil el concejal Eduardo Castro (responsable de Mantenimiento Urbano) para conseguir la denominada Escoba de plata, ese galardón que se le da a las ciudades más limpias de España, y que ya tuvo Jaén en una ocasión. Si hace unos días contaba en un catite una de las razones por las que dudo de que Castro consiga su objetivo, hoy insisto en esa misma apreciación porque lo de algunos jienenses no tiene nombre.
Al ejemplo que indiqué en el catite al que me he referido antes sobre el pastelón que dejó un perraco en plena Carrera, ante las carcajadas de sus dueños, he de reconocer, una vez más, mi perplejidad ante otro curiosísimo caso del que también fui testigo el otro día. Iba yo andando por la Carretera de Madrid, por la acera frente al hotel Infanta Cristina, cuando me pareció ver que un agüelete estaba meando en uno de los pocos árboles que han dejado vivos las obras del tranvía. Pensé que era fruto de mi imaginación, que no podía ser que algo así ocurriera en ese lugar, a plena luz del día, y teniendo como protagonista a una persona mayor. Pues sí, sí que era real. Cuando faltaban unos metros para que yo llegara al lugar de la evacuación, se ve que el hombre ya terminó y se alejó del árbol subiéndose -sin disimulo- la cremallera, con varias gotitas incluidas en la pernera del pantalón. Aceleró un poquito el paso, no por evitar el que yo llegara, sino porque su señora, muy elegante ella al igual que él, le estaba esperando unos metros más arriba. Se ve que iban dando un paseo... y tuvo una urgencia.
Me quedé asombrado ante la normalidad con la que el abuelo protagonizó el asunto. Y no fui yo el único sorprendido, sino que otro señor que pasaba por allí no sólo quedó perplejo sino que además le espetó un es usted un guarro. Una risita fue lo único que recibió por respuesta del meador.
Este tipo de cosas hacen que no sólo suscriba la necesidad que tienen los jienenses de más escuela en lugar de más escoba, como dije hace unos días, compartiendo íntegramente las palabras que ayer mismo escuché que un hombre decía a otro en pleno Gran Eje: Esto es una vergüenza. De qué sirve que un niñato sepa en qué siglo se descubrió América si luego no tiene ni pizca de educación haciendo cosas como esta. Como os podéis imaginar, no me volví para ver qué es lo que habían hecho. Creo que mi cupo de guarradas empieza a estar lleno... por estos días.

miércoles, 2 de junio de 2010

Momento histórico


El otro día me llegó vía e-mail esta foto que rebosa historia por los cuatro costados: el lugar (Camarín de Jesús), el momento (minutos antes de la salida de Nuestro Padre Jesús de su casa tras muchos años de ausencia), el día (en la Madrugada del Jueves al Viernes Santo)...
Se trata de una de esas ocasiones en la que más que trabajar estás disfrutando; incluso se podría pagar, en lugar de cobrar, por estar allí haciendo eso.
Gracias Poyatos.