lunes, 22 de junio de 2020

Así me engañó María Cantos


Yo estaba entre el grupo de trabajadores de Ondajaén RTV que, en las semanas previas a las elecciones municipales del año 2019, se reunió con los cabeza de lista
 de Ciudadanos en la ciudad de Jaén. 
Siempre he creído firmemente que no se puede rechazar una invitación al diálogo, y no sólo he aceptado las que se me han ofrecido sino que yo he apostado decididamente por ellas. Ya lo había hecho con otros partidos políticos ante elecciones municipales anteriores, y no sólo no me pesaba, sino que me parecía tremendamente positiva aquella propuesta de encuentro.
Nos reunimos con María Cantos, Paco Díaz, Miguel Castro, Sito Ureña, Carlos Abellán... Entre ellos y nosotros, unas 15 personas aproximadamente. 
Fue en la incipiente sede local de Ciudadanos en el Gran Eje. Sin buscarlo, me tocó sentarme a la siniestra de María Cantos, y debo reconocer que la situación fue incómoda porque llevábamos tiempo sin hablarnos demasiado por cuestiones que no vienen al caso. 
Su discurso era claro: no estaban en absoluto de acuerdo con la gestión de la radiotelevisión municipal, y se comprometían, si gobernaban tras las elecciones, a hacer de Ondajaén el medio público que todo medio público debe ser. Es decir:

  • Trabajaríamos con criterios profesionales y no políticos
  • Tendríamos absoluta libertad
  • Los cargos se ocuparían por méritos y capacitación
  • Ondajaén no estaría al servicio del partido gobernante, sino de la ciudadanía
  • Se crearía un Consejo de Redacción para velar por la imparcialidad de la cadena
  • Hasta María Cantos desveló que tenía pensadas otras instalaciones para ubicar Ondajaén, más cerca del centro de la ciudad y de la ciudadanía, en lugar del lejano Vaciacostales

Recuerdo que la reunión, tras las lógicas reticiencias iniciales, transcurrió por cauces de total normalidad. Después de unas dos horas de conversación, y cuando estaba casi todo dicho, tomé la palabra e
intercambié la siguiente conversación (más o menos) con María Cantos:

     Yo.- María. Todo esto que decís es muy bonito, pero permíteme que sea escéptico. Mi  experiencia me dice que una cosa es lo que decís en la oposición o como aspirantes al gobierno, y cuando llegáis al poder hacéis todo lo contrario.
    María Cantos.- Te entiendo. Pero dame al menos el beneficio de la duda.
    Yo.- Lo tienes. El tiempo hablará.
    María Cantos.- Perfecto.

La palabra de María Cantos no vale nada


A los pocos días, María Cantos nos hizo llegar el extracto de su programa electoral en el que hacía referencia a Ondajaén (arriba tenéis la imagen). Era para demostrarnos que en aquella reunión había comprometido su palabra con nosotros, que la ponía por escrito en ese documento, y que era nuestra mejor garantía para saber que ella cumpliría.
Al poco tiempo supimos.... perdón, al poco tiempo constatamos que la palabra de María Cantos carece de valor. Así es porque llegó al gobierno y...

Lo peor de María Cantos no es que sea una política cuya palabra no vale nada, sino que se ha acostumbrado a mentir descaradamente, y parece sentirse a gusto haciéndolo.

¿De verdad, María Cantos, que usted se ha ceñido a la legalidad? Permítame que le diga que no lo parece.
Así es como María Cantos me engañó a mí y al resto de mis compañeros. Aunque no fuimos los únicos. En aquella reunión estuvieron presentes los números 6 y 7 de la lista de Ciudadanos a las elecciones municipales (Sito Ureña y Carlos Abellán). Ambos se fueron hace tiempo porque se sintieron engañados por María Cantos.
Ahora, María Cantos ha ligado su futuro, el de sus compañeros en Ciudadanos, y el de su propio partido a Julio Millán, a sus compañeros de gobierno, y al propio PSOE. Ante ella y ante los demás se vislumbra un largo y complejo panorama judicial que abarca lo Laboral, lo Contencioso Administrativo, e incluso lo Penal.
María, te lo dije una vez y te lo vuelvo a decir: el tiempo hablará. A ver a quién le da ahora la razón.

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