sábado, 23 de agosto de 2014

Jubilaciones merecidas

Los que somos aficionados a esto del running tenemos claro que uno de los principales elementos para conseguir nuestros objetivos es contar con unas buenas zapatillas. En un primer momento no le das importancia, pero a medida que te vas metiendo en el mundillo, te das cuenta de que -como en todo- hay infinidad de posibilidades para que cada corredor, en función de sus necesidades y características, utilice la que mejor se adapta a sus exigencias.
En los muchos años que ya llevo corriendo he probado numerosas zapatillas, y aún hoy en día sigo probando marcas y modelos, aunque tengo que reconocer que siento debilidad por algunas y algunos, de ahí que casi siempre haya alguna zapatilla de mis preferidas en mi armario.
En los últimos meses he jubilado tres pares. Ha sido incluso difícil deshacerme de ellas por lo mucho que hemos pasado juntos, y lo bien que han hecho su trabajo. 
El 20 de octubre del año 2013 dejé de utilizar una de las mejores zapatillas que he usado: unas Brooks Launch (las negras con ribetes grises que podéis ver en la foto de arriba, junto a las New Balance azules). Zapatillas mixtas para corredores no demasiado pesados -entonces yo rondaba los 75 kgs-, e ideales para distancias no demasiado largas. Empecé a utilizarlas el 30 de septiembre del año 2011, y las he destinado especialmente para competiciones de hasta media maratón, y entrenamientos rápidos. En total he recorrido con ellas 805,9 kilómetros entre los que se encuentran 10 medias maratones. Por cierto, mi última carrera con ellas fue la media maratón de Jaén del año 2013.
El pasado 24 de diciembre (del año 2013) pasé a la reserva mis magníficas New Balance 1080 (las azules de la foto de arriba, esas que hay junto a las Brooks Launch negras con ribetes grises). Es mi marca y mi modelo preferidos. Para corredores de hasta 80-85 kgs, aguantan bien tanto distancias cortas como carreras más largas como el maratón. Empecé a utilizarlas el 9 de febrero del año 2012, y hasta su jubilación -el pasado diciembre- he recorrido 1.020,320 kms. Cientos de kilómetros de entreno (bastantes de entre 25 y 30 kms) en la parte final de su vida, su principal uso ha sido para correr los maratones de Sevilla y Ámsterdam, aunque también participé con ellas en una media maratón.
Las últimas que he jubilado han sido las impresionantes Saucony Triumph 9 (las de rejilla blanca y adornos verdes de aquí al lado). He de decir que son a las que mayor partido les he sacado. Recuerdo que cuando las compré eran muy caras, pero surgió una oferta en una página web de internet, y me hice con ellas pese a que me estaban un número grande. ¡¡Qué gran compra aquella!!. El primer uso se lo di el 9 de febrero de 2013, y el último hace unos días, el 12 de agosto de 2014. Prácticamente no he competido con ellas (solo una media maratón y alguna carrerilla que otra), pero en este año y medio he recorrido con ellas la friolera de 1.113,515 kilómetros; prácticamente todos ellos de entrenamiento para preparar varias maratones y los 101 kms de Ronda, es decir, que he realizado muchas tiradas cortas pero también bastantes de en torno a 30 kms.
Familiares cercanos son los principales beneficiarios de estas jubilaciones; bueno, de todas no, porque aquellas zapatillas con las que corro un maratón pasan a formar parte de mi particular museo atlético.
Tras la satisfacción del trabajo bien hecho, mis queridísimas Launch, NB 1080 y Triump 9 están ya en su segunda actividad. Modelos de garantía en los que yo, por supuesto, sigo y seguiré confiando.

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