El Diccionario de la Lengua Española (DRAE) define el término "servicio público" de la siguiente forma: Actividad llevada a cabo por la Administración, o bajo un cierto control y regulación de esta, por una organización, especializada o no, y destinada a satisfacer las necesidades de la colectividad.
El María Molinere habla en términos muy parecidos: Cualquiera de los que se prestan por el Estado, la diputación provincial o el municipio, o por una empresa, para la gente en general.
Podríamos poner un millón de ejemplos de lo que es servicio público, pero yo me quedo con lo que estamos viendo estos días en Ondajaén Televisión (también radio). Hablo de la retransmisión de la Semana Santa. Creo que se trata del principal y quizá mejor exponente del existir de la emisora pública municipal.
Cada día podemos conocer a través de las redes sociales, y de viva voz por parte de los propios jienenses, lo mucho que se agradece de manera mayoritaria este tipo de trabajos. Aunque para mí tiene mucho mayor valor la opinión -también favorable, y de qué manera- de numerosas personas mayores, enfermas, etc que no pueden salir de sus casas, y que tienen en Ondajaén la única forma de ver esas procesiones a las que tan aficionados/as eran de más jóvenes o de cuando tenían mejor estado físico, pero ante las que ahora les resulta imposible ser testigos directos de no ser a través de la televisión.
Conozco bastantes casos de estos últimos, que no tienen tanta repercusión en las redes sociales, pero cuyo testimonio directo me parece de valor incalculable.
Ondajaén ha estado desde su nacimiento en el ojo del huracán, y supongo que seguirá estándolo en el futuro. Sin embargo, momentos como estos despejan cualquier duda sobre su necesidad, o no.
Hay quien apuesta por su cierre debido al coste económico que supone, y debo reconocer que no es mal argumento. Lo que ocurre es que el verdadero servicio público, aquel que más valor tiene, es el que se realiza cuando nadie más lo hace. Me explico. Tened claro que cuando la empresa privada ve negocio en algún asunto, no duda ni un segundo en meter cabeza. ¿Qué es lo que queda descubierto? Muy fácil... aquello que nadie ofrece porque no se le saca tajada económica. Y ahí reside el gran valor de Ondajaén, el de estar donde está cuando todos los demás se han ido o nunca han estado.
No os quepa la menor duda de que si la Semana Santa fuera rentable, o el Real Jaén, o el Jaén Paraíso Interior, o el bádminton, o la San Antón, o la Feria de San Lucas... no habría empresa privada que no lo tratara. Sin embargo, la única televisión que ofrece estos contenidos -y aún muchos otros- de manera continua, en cantidad y en calidad es Ondajaén.
Si la continuidad, o no, de los servicios públicos que ofrecen las administraciones se decidiera única y exclusivamente por su rentabilidad económica, ¿cuántas carreteras habría que dejar de mantener de esas que llevan a pueblos pequeñitos? ¿cuántos colegios habría que cerrar de aldeas? ¿por qué mantener el servicio de recogida de basura de esos núcleos urbanos minúsculos? ¿cuántos hospitales dan superávit? ¿y colegios? ¿y la ley de dependencia?...
Creo sinceramente que Ondajaén cumple desde su puesta en marcha un papel muy importante para la sociedad de Jaén, de ahí que con sus luces y sus sombras, como en cualquier ámbito donde nos movamos, entienda que, como decía aquel dicho, "si no existiera, habría que inventarla".
Mi enhorabuena a todos mis compañeros que se lo están currando en esta Semana Santa, y el resto del año.
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