jueves, 18 de mayo de 2017

Espectáculo Apache


Hace tiempo que quería asistir a un concierto del grupo "Apache", y por fin pude hacerlo el pasado sábado en las fiestas del barrio de "Expansión Norte", de Jaén capital.
¡¡IM-PRE-SIO-NAN-TE!!
Tras lo que viví esa noche me arrepiento aún más de no haberlo hecho antes porque son todo un espectáculo.
Para resumir el concierto me quedo con lo que me dijo mi esposa durante uno de los temas que cantaban: "es como si la música se metiese dentro de ti y la sintieras como tuya".
Supongo que no todo el mundo vivirá de igual forma un concierto de Apache, pero allí había desde gente jovencita, hasta madurita, con vestimentas de vaqueros y camisetas sport a trajes impolutos de chaqueta y corbata. Y es que la buena música no tiene fronteras. Y eso es lo que hace "Apache": buenísima música.
Cierto que no son temas propios sino versiones de algunos de los mejores grupos que ha dado la historia, pero eso mismo tiene su valor: atreverse con auténticos mitos, y hacerlo chapeau.
En este catite no soy objetivo, ni tampoco pretendo serlo. Sobre todo porque veo lo que hace "Apache" desde mi punto de vista. El de una persona cuya edad le hace contemporánea a las canciones que conforman el repertorio del grupo, música que me lleva a momentos tremendamente felices de mi pasado, y si no lo fueron en su día, al menos yo los recuerdo con especial añoranza y felicidad. Es música de mi época, algo que hoy día es difícil, muy difícil, de encontrar, donde lo importante no es únicamente la letra sino también el sonido; un sonido que por sí solo te transmite un algo difícil de explicar. Una música que te hace disfrutar porque también ves disfrutar a quienes te la están ofreciendo. Un cantante, un grupo sin sentimiento no es nada. "Apache" derrocha emoción en cada nota. De hecho, es esta música la que te permite hacerlo, con momentos de protagonismo para cada miembro del grupo: el bajo, la batería, la percusión, el teclado... Todos transmiten su emoción al personal haciendo lo que mejor saben hacer: música.
Ya digo que todos son de diez, aunque quisiera hacer un mención especial de Luismi, el vocalista, porque parece una persona de otro planeta dados los registros que es capaz de asumir. Y otra mención al guitarrista, Juan Carlos; me dejó perplejo la naturalidad, la humildad, la tranquilidad, lo fácil que hace lo que hace. Es digno de subir a los altares un tipo que hace arte sin alardear de ello, desde su rinconcito, casi escondido, y asumiendo un segundo, un tercer o un cuarto plano como si la cosa no fuera con él; menos mal que allí había gente que entendía de eso, y le reclamaron y le vitorearon y le aplaudieron... y él no tuvo más remedio que dirigirse a ellos en alguno de sus solos para darles las gracias. Lo hizo -el agradecimiento- simplemente tocando pero con una sonrisa en la boca dirigida hacia ellos. No sé cómo será como persona, pero como guitarrista es un artista.
Durante las dos horas y pico de concierto hay tiempo para bailar, para cantar, para emocionarse, para saltar, para reír, llorar, para abrazarse a alguien, para que te abracen... para disfrutar.
El valor de las cosas no está únicamente en hacerlas, en este caso, hacerlas bien, muy bien. Para mí es más importante todavía el intentar un reto tan bestial como hace "Apache" cada vez que sube a un escenario: atreverse con los mitos. ¡Olé!
Gracias por lo del sábado. Y no me despido porque nos veremos en más de una ocasión -seguro- por esos conciertos de dioses.
PD.- Me encantaría ver un día a "Apache" en mi pueblo, Higuera de Calatrava. No me perdería por nada del mundo el momento en el que interpretaran el "Money for nothing" de los "Dire Straits", dedicado a Willy; y éste, "Willy", en mitad de la pista y ya algo pasadito haciendo su genial imitación de Mark Knopfler. Un reto. A ver si lo conseguimos.
PD2.- Os dejo arriba el Mix de Queen que suele poner en escena Apache. Lo hizo el pasado sábado en Jaén, me encantó, y como digo arriba es un vídeo de una actuación en Roquetas de Mar hace unos años.

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