Esto está siendo mucho más duro de lo que esperaba. Me está costando.... ¡¡¡TELA!!! quedarme en casa en lugar de salir a correr.
Recuerdo que recientemente, en varias conversaciones informales con amigos, compañeros... ha salido el tema de mi pasión por el running, y siempre he dicho que esto de correr es un estilo de vida. No se trata únicamente de echar un rato de vez en cuando. No. Hablo de correr por salud, lógicamente, pero yendo un poquito más allá, teniendo un puntito de exigencia que es lo que marca la diferencia entre la simple afición con el compromiso.
Me explico.
Corro porque me gusta. Corro porque es saludable. Pero también porque me marco un objetivo (de tiempo, de distancia, de ambas cosas, o de ninguna) y ello me obliga. Sí. Me gusta la obligación. Y esto supone correr unos días determinados a la semana, ir al gimnasio, controlar la alimentación, ir a competiciones... Y todo esto... ¡¡¡ME GUSTA!!! En ocasiones hay que hacer malabarismo para compaginar esto con mi vida familiar, laboral, de ocio...
Por supuesto que hay etapas de mayor intensidad, y también momentos en los que hay que levantar el pie del acelerador, relajarse, y tomárselo de manera más tranquila. Pero estos ciclos forman parte del principal: correr como estilo de vida.
Parar por lesión
Una cosa es parar o ir más relajado en el entrenamiento porque así está previsto, y algo muy diferente es quedarte en casa porque ha llegado la temida lesión. Ese es mi estado actual. Lo que pasa es que he encadenado tres lesiones consecutivas, y ya empiezo a perder los nervios porque nunca antes he estado en una situación así. Y si a ello le unes que estaba en uno de mis mejores estados de forma, la cosa se pone más negra todavía.
- Primero fue el isquio. Lo recuerdo perfectamente. El 20 de junio (hace tres meses y medio) empecé a tener molestias en el isquio de mi pierna izquierda. Es uno de mis puntos débiles; de hecho, me he lesionado en numerosas ocasiones en el isquio. Sin embargo, en esta ocasión no era una rotura sino una molestia que me tenía mosqueado. Tras varias sesiones en el fisio, una ecografía reveló una microrotura en el semitendinoso. Tocaba correr con cuidado para evitar la rotura, y así estuve hasta finales de agosto
- Después llegó la espada. Lo recuerdo perfectamente. El domingo 31 de agosto, tras hacer durante la mañana varias tareas de limpieza en la casa del pueblo, empecé a sentir dolor en la espalda que fue a más hasta que por la tarde me quedé pillao. No tuve más remedio que ir al médico al día siguiente. Tras descartar algún mal mayor, todo quedó en un lambreaso en la espalda -que ya me ha dado en otras ocasiones- ante el que no hay más remedio que relajante muscular, antiinflamatorio y reposo. Si no podía casi andar, os podéis imaginar que correr, ni por asomo
- Ahora estoy con la rodilla. Lo recuerdo perfectamente. Tras esas dos semanas en el dique seco total por la espalda, empecé a trotar un poquito y como me vi bien, el pasado 13 de septiembre, sábado, hice un tirada de 13 kms. Apenas si había recorrido dos kilómetros cuando pisé con mi pié derecho sobre el asfalto, en un punto que estaba irregular, y ante el amago de esquince de tobillo hacia el exterior, rectifiqué rápidamente la pierna hacia el interior, para compensar la mala pisada, y cuando temía que llegaría un esguince de tobillo, lo que llegó fue un problema en la rodilla. En caliente pude realizar los 13 kms previstos, pero cuando la cosa se enfrió, empezó el dolor de rodilla. La ecografía desveló, al menos, una microrotura en el menisco. Estoy parado desde entonces.
Hoy, 6 de octubre de 2025, inicio...
- ... mi cuarta semana sin haber corrido nada a causa de la rodilla
- ... mi sexta semana habiendo corrido únicamente un par de días a causa de la espalda
- ... mi 16ª semana de las molestias en el isquio que no me dejaron entrenar con normalidad
Aunque no puedo correr, desde la semana pasada tengo el ok para ir al gimnasio a hacer fuerza, con unas limitaciones, pero puedo ir con la recomendación de hacer ciclismo y elíptica, es decir, práctica deportiva sin impacto.
Si os digo la verdad, tenía previsto acabar la temporada el próximo 9 de noviembre participando en la Media Maratón de Jaén (tengo dorsal), pero tras las tres lesiones consecutivas, con lo mal que lo estoy pasando, y con la creencia de que quiero recuperarme de una vez por todas y no dar opción a una nueva lesión, doy por acabada la temporada.
Vamos a recuperarnos, vamos a tener paciencia, vamos a potenciar el gym... y ya habrá tiempo de volver a correr. Esto lo digo para autoconvencerme pero es duro, muy duro, y me da la sensación de que el no poder correr me está poniendo al borde de un infarto por la desesperación.
Es en momentos como estos cuando más valoras tu pasión. Por eso hay que disfrutarla cuando la puedas practicar sin limitaciones. Vosotros que podéis, no os cortéis... sólo tened cuidado y prevenid con gimnasio. Espero acompañaros pronto.