sábado, 2 de noviembre de 2019

Unamuno y su San Manuel

Tras ver la película Mientras dure la guerra, se despertó en mí el interés por la figura de Miguel de Unamuno. Si a eso le unimos que San Manuel Bueno, mártir (De Unamuno, Miguel. Ediciones Anaya. Madrid. 1987) estaba entre las "lecturas imprescindibles" que conformaban un abultado cerro de libros que me dejó un amigo este verano; y que cada vez creo menos en las casualidades... digo que todo esto ha hecho que abordara la lectura de San Manuel... 
Unamuno cuenta en el libro la historia de un sacerdote que es un referente en la aldea en la que vive y trabaja; el problema surge cuando Don Manuel Bueno revela (en privado) su secreto: no cree en aquello que tanto predica.
La obra es un continuo dilema interior de Don Manuel, pero también de Lázaro y Ángela, dos hermanos muy unidos al sacerdote y que conocen su pecado. Don Manuel no cree, pero hace el papel para mantener feliz a su comunidad. Tan bien lo hace, que tras su muerte la Iglesia ha iniciado el proceso para proclamarlo santo.
Ángela conduce la historia a modo de narradora, una vez que el sacerdote ha fallecido. Quiere dejar por escrito su verdad, y ello le lleva a recordar aquellos años que pasaron de la felicidad por la amistad con Don Manuel, a la angustia que supuso conocer su secreto. 
El cura, en su dramática lucha interior, consigue encontrar cierta paz cuando su secreto es conocido/compartido por los dos hermanos; y es que el encontrar un interlocutor de confianza le permite el desahogo que antes no tenía. En el libro encuentro un momento culminante cuando Ángela va a confesarse con Don Manuel, y es el sacerdote quien le pide la absolución por su pecado: es el mundo al revés.
Conociendo esa eterna contradicción de Don Manuel, quien predicaba lo que no creía, no sé si Unamuno nos habla del cura o de él mismo. Es un hecho, y lo comprobamos en Mientras dure la guerra, que Unamuno cambió mucho de posicionamiento ante cuestiones tan importantes de la época como la monarquía, la república, el golpe de estado que inició la guerra civil, o la propia guerra civil. En la película lo vemos reflejado con gran maestría, por lo que la vida real de Don Miguel podría ser la base de la lucha interior de Don Manuel. 
San Manuel Bueno, mártir ha sido todo un descubrimiento, muchos años después de adquirirlo y leerlo por vez primera, y de haberlo tenido en mi biblioteca pasando desapercibido como tantos otros (supongo). Está claro que habrá que alternar la lectura de obras actuales con los clásicos. Hay historias buenísimas que están esperando que las redescubramos.

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