domingo, 9 de agosto de 2020

Decepcionante final de “La lápida templaria”

No sólo no me ha gustado sino que incluso me ha irritado. Me molesta que una historia tan currada, tan elaborada, acabe siendo pasto de la Providencia.
La lápida templaria (Wilcox, Nicholas. Planeta. Barcelona. 1996) es un libro que me recomendaron hace años, y que siempre he tenido en mi lista de “por leer”. Incluso lo he regalado en alguna ocasión, y su destinataria no sólo acabó encantada sino que me dijo que a mí me encantaría.
La verdad es que ha sido así, he disfrutado muchísimo a lo largo de sus más de 500 páginas, hasta que llegó el final.
Pío Expósito es un ex-cura jienense que se ve sorprendido en la lejanía por la muerte de su tío. Una persona religiosa que en los últimos años de su vida optó por frecuentar asuntos exotéricos. Extrañado, Pío decide averiguar qué pasó para que su tío se involucrara tan de lleno en esas historias tan impropias de él. Y ello le lleva a enrolarse en una interesantísima búsqueda de la lápida templaria relacionada con la Mesa de Salomón.

Me gusta

  • Gran parte de la historia transcurre en Jaén, y eso me engancha. 
  • Pero también en los pueblos de la provincia, entre ellos los de la Orden de Calatrava, algo que me engancha más porque el mío, mi pueblo, está entre ellos.
  • La trama se desarrolla muy al estilo de El código Da Vinci, tirando de historias y leyendas, quizá unas más ciertas que otras; investigando el pasado y el presente; uniendo cabos de aquí y de allá; siguiendo las posibles verdades de antiguas órdenes, o sociedades, o como queramos llamarles (en este caso, Los Templarios, Los Calatravos, y de quién sabe más); no puede faltar la presencia del malo de la película que busca quedarse con el tesoro aprovechando las investigaciones y trabajos de nuestros protagonistas.


No me gusta

  • El autor se pierde en enormes e innecesarias descripciones de casi todo, incluidas las vidas y andanzas de los personajes que van apareciendo. Llega a exasperarme.
  • Resulta un tanto liosa la historia que explica la Mesa de Salomón.
  • De una investigación doméstica que ocupa la mitad del libro aproximadamente, se pasa a una multioperacion internacional que no me cuadra. Pierdo el interés con tanto espía, que recupero cuando regresan los detectives jienenses.
  • El final resulta horroroso. ¿Cómo se puede trabajar tanto y tan bien una historia para acabarla de manera tan fallida? 

A pesar de los elementos negativos, creo que es un libro recomendable. Lo que no entiendo es la razón por la que no se ha hecho ya la película.

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