viernes, 5 de marzo de 2010

Periodistas hablan sobre periodismo... y más cosas

periodista@buscatelavida.com (APJ. 2009). Ese es el título que la Asociación de la Prensa de Jaén ha elegido para publicar el libro que, por segundo año consecutivo, pone en el mercado con las colaboraciones de los asociados. Título que, de tener en cuenta el subtítulo (Una mirada crítica al periodismo de Jaén), nos presenta a las claras la temática de la que se ha querido impregnar en esta ocasión la publicación.
Me parece acertado la indicación previa del tema sobre el que deben girar los trabajos, al igual que entiendo muy apropiado la utilización en la portada de una fotografía alusiva a aquello de lo que el lector se encontrará en el interior.
Al margen de la reducción en el número de artículos (35 frente a los 43 del año anterior), y a alguna ausencia sobre la que alguien me ha hablado pero que aún no he llegado a identificar, el libro en general me ha gustado por eso de convertirse en un interesante foro de debate sobre mi profesión, y en una época que no es la mejor. Admiro la valentía de algunos por decir lo que dicen. Me sorprendo por lo que dicen otros, a pesar de su trayectoria. Y rechazo los posicionamientos de otros por contar las cosas... a medias. En cualquier caso, felicidades a todos porque en la variedad está el gusto.
Sí quisiera, como ya hice con el anterior libro, dedicar algunas líneas a algunos de los artículos que lo conforman.
Ginés.- Comparto su defensa de la importancia del corresponsal, aunque creo que no sólo éste sino el trabajador en general es el principal activo de cualquier empresa. Y mucho más en los medios de comunicación. ¡Qué mucho y qué poco sabemos de eso en Jaén!
Pilar.- No he encontrado lo que esperaba. Quizá ha intentado escribir con los pies en el suelo, cuando su hábitat natural es la luna.
Mateas.- Claro ejemplo de periodista público comprometida. Te aseguro que hay a quien le hubiera gustado poder firmar un texto así, pero como él no puede, tienes que hacerlo tú.
Jorge Pastor.- Alguien dijo en el acto de presentación de este libro que A mejores periodistas, mejores políticos. Jorge es un ejemplo de lo primero. Me falta constatar lo segundo.
César.- Demasiado encriptado.
Asensio.- Diagnóstico impecable de la enfermedad; también la curación teórica de la enfermedad, pero no decimos cómo curar un virus tan letal como la mezcla Política-Periodismo; unos intereses tan fuertes que superan, con mucho, al periodista.
Cepedello.- Altísima calidad (que baja un poquito al final). Denuncia sin denunciar, dando pie a la reflexión pero sin hacerlo directamente. Debería prodigar más su escribir.
Mª José Álvarez.- Más que de un problema del periodismo, lo de discernir entre lo que es importante y lo que no se trata de un problema de la sociedad, aliñado con una pizca -o un mucho- de feminismo sin sentido.
Agudo.- Ingenioso. Juega con el lenguaje, también con el fondo. Gran artículo.
Ortega.- Al igual que otros en este libro, describe con brillantez la realidad de la profesión, y llega a las mismas conclusiones: el periodista es quien tiene la última palabra, por tanto si se siente acosado, debe irse honestamente. Entiendo, Ortega, que así es la teoría, pero en la práctica hay que pagar las facturas de gas, teléfono, luz... Asunto complicado pues.
De la Torre.- Yo también aplaudo a los gabinetes de prensa. Ellos no hacen más que facilitar nuestro trabajo; el problema es del periodista cómodo.
Quintana.- Las caricaturas tienen como función el retrato de la realidad exagerando alguno de sus aspectos. Así, llevando al límite éste o aquel elemento, se llama la atención sobre lo que el autor quiere. No sabía que Rafa era tan experto caricaturista. Creo sinceramente que pone todos los puntos sobre las íes.
J. L. Plaza.- Me sorprende negativamente Juan Luis en su artículo. Entiendo que algo así pudiera escribirlo alguien ajeno a los medios de comunicación, pero no una persona de dentro. Y es que aborda el asunto de una manera tan tangencial que creo sinceramente que casi por pura coincidencia se podría parecer a lo que realmente sucede en el periodismo jienense. Ataca a unos -quizá por envidia-, vilipendia a otros -ciertamente poco afortunados en su gestión, pero el valor hay al menos que reconocerlo-, y de un tercer grupo dice lo bonito y oculta las miserias -quizá porque le interesa-. El colmo llega con decir todo lo que dice de la mayoría-, y ni siquiera se moja con otros, en las mismas circunstancias que los anteriores y a los que criticó, pero que a los que ahora decide salvar de la quema desde un principio -quizá porque también le interesa-. Lo dicho, defraudado quedo.
Medina.- Divide a tu adversario y vencerás -vieja estrategia-. Tomás se ha dado cuenta, lo dice, y apela a la unidad. Pero no una unidad cualquiera, sino comprometida, y ello exige mirar críticamente hacia fuera pero también hacia dentro. ¿Seremos capaces?.
Armenteros.- Esa es la clave: informar honestamente. Tan fácil y tan complicado a la vez.
Juande Valverde.- Me encanta el título: La respuesta no está en el viento. La solución a tantos males la encontraremos siempre en la mano de los propios periodistas.



1 comentario :

Caesar dijo...

Lo reconozco. Es un artículo poco trabajado. Lo importante es que todos sabemos cómo se hace buen periodismo -la teoría-, pero quién la pone en práctica. O... mejor, por qué no se aplica esa teoría.