Hoy he confirmado de manera empírica que esto del Real Jaén es un sentimiento.
En los últimos días he seguido muy de cerca el follón extradeportivo que se vive en el club... las penurias económicas de las que se derivan auténticos dramas personales y familiares. Quiero decir con esto que conozco bien lo que ocurre; sin embargo no ha sido hasta hoy, hasta esta mañana, cuando he visto a tíos como carros arrodillarse ante no sé bien quién o qué... digo que no ha sido hasta hoy cuando he sucumbido a la emoción. Y es que estos tíos piden de la manera más humillante que se puede hacer ante mi club... ante mí. Y lo peor es que no piden la luna, sino la nómina que les comprometieron en su día por hacer su trabajo. El trabajo lo hacen, pero el cobrar no.
Por todo esto entiendo perfectamente que se pidan responsabilidades al dueño del club, a Carlos Sánchez. Digo que lo entiendo, pero también creo que hay que tener cierta memoria histórica, y no olvidar de un plumazo que este al que ahora se sataniza fue quien salvó en su día al mismo club del que ahora se le quiere echar dándole una patada en el culete. Y lo peor es que él ha afirmado que no se niega a irse, sino que a pesar de todo el lío que se ha montado todavía no hay nadie que haya puesto una alternativa encima de la mesa; o al menos que conozcamos de manera pormenorizada y con visos de futuro, es decir, poniendo los billetes encima de la mesa.
Porque por mucho sentimiento que tengamos, que nos arranquemos, que usemos para cagarse en los... de alguien... al final, eso hay que tenerlo claro, con el sentimiento no se come. Lo que hace falta son euros, los mismos que todavía no han aparecido por ningún sitio.
En los últimos días he seguido muy de cerca el follón extradeportivo que se vive en el club... las penurias económicas de las que se derivan auténticos dramas personales y familiares. Quiero decir con esto que conozco bien lo que ocurre; sin embargo no ha sido hasta hoy, hasta esta mañana, cuando he visto a tíos como carros arrodillarse ante no sé bien quién o qué... digo que no ha sido hasta hoy cuando he sucumbido a la emoción. Y es que estos tíos piden de la manera más humillante que se puede hacer ante mi club... ante mí. Y lo peor es que no piden la luna, sino la nómina que les comprometieron en su día por hacer su trabajo. El trabajo lo hacen, pero el cobrar no.
Por todo esto entiendo perfectamente que se pidan responsabilidades al dueño del club, a Carlos Sánchez. Digo que lo entiendo, pero también creo que hay que tener cierta memoria histórica, y no olvidar de un plumazo que este al que ahora se sataniza fue quien salvó en su día al mismo club del que ahora se le quiere echar dándole una patada en el culete. Y lo peor es que él ha afirmado que no se niega a irse, sino que a pesar de todo el lío que se ha montado todavía no hay nadie que haya puesto una alternativa encima de la mesa; o al menos que conozcamos de manera pormenorizada y con visos de futuro, es decir, poniendo los billetes encima de la mesa.
Porque por mucho sentimiento que tengamos, que nos arranquemos, que usemos para cagarse en los... de alguien... al final, eso hay que tenerlo claro, con el sentimiento no se come. Lo que hace falta son euros, los mismos que todavía no han aparecido por ningún sitio.
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