martes, 26 de abril de 2011

Banderas peligrosas

Diego y Digo son dos de los santos más venerados en España. Quizá porque son baratos -con una sola vela cumples con los dos- o por lo fácil que resulta que te cambien la chaqueta con tan sólo decir que son tus dioses cuando entras por la puerta de la tienda... pero lo cierto es que pocos se resisten a sus encantos.
Tengo que reconocer que de unos días a esta parte estoy un poco -quizá un mucho- intrigado. Así es porque en unos días celebraremos una de las fiestas más importantes de cuantas tienen lugar en cualquier sociedad democrática. Creo que va a traer cambios, no sé si muy importantes o poco, pero cambios llegarán. Y mi intriga radica en saber si quienes ahora ponen una vela a San Diego la mantendrán encendida a partir del 23 de mayo, u optarán por cambiarla a los pies de San Digo.
Hay quien se aferra -de un poco tiempo a esta parte de manera más intensa- a banderas que no entiendo muy bien, de hecho no comparto, pero por supuesto respeto. No sé si podré mantener ese respeto después del día D, o tendré que pasar -que lo haré- a recordarles eso que ahora defienden. Son banderas peligrosas. Interesantes por lo que representan, pero que pueden quedar en nada si quien las ondea finalmente se limpia el culo con ellas.
Pronto veremos porque falta poco.

1 comentario :

Armenteros dijo...

De las pocas cosas que llaman mi atención en los cambios de gobierno es comprobar cuán débiles son algunas preferencias políticas, y cómo se retratan los que tienen claro en qué lado están por aquello de: "cuando gobiernan mis días mantequilla y pan tierno"