jueves, 7 de abril de 2011

Vergüenzas, tapadas, pero haylas


Todos conoceréis ya el guerrero íbero que José Ríos ha colocado en el Cerrete de los Lirios, allá junto al parque de bomberos de Jaén capital. La verdad es que me parece interesante la obra de este artista, pero también la labor de las autoridades que están apostando por él o, al menos, buscando un arte diferente de un artista de la tierra. Unas obras me gustan más que otras, pero insisto en que me parece acertado.
Aquí os dejo una foto del guerrero que preside una de las entradas a la ciudad. Llama la atención, pero lo hace más de lo que nos pueda parecer. Me refiero a la segunda foto que adjunto, que se centra en las entrañas del guerrero, y que me ha llegado vía e-mail.
Ha despertado tanto mi interés que, si hasta ahora tenía ganas de ver lo más cerca posible la escultura, a raíz de esta imgan estoy más interesado para saber si la foto es real o se trata de un montaje. En cualquier caso, creo que se trata de un ejemplo más de lo diferente que es Ríos porque, aunque ocultas, todo el mundo tiene sus vergüenzas. Y aquí, el artista, no se corta un pelo. Tapadas, pero haberlas haylas.

2 comentarios :

Maratoniano parisino dijo...

Aun en el siglo XXI nos llama la atención los atributos de un guerrero. Si es cierto sería original y motivo de visitas adicionales de curiosos. El arte debe ser transgresor.

Charro dijo...

Según Sun Tzu lo importante de un guerrero no es que tenga dos cojones. Es que los conserve.