Estimado Xosé:
A pesar de los titubeos iniciales mostrados por tu (y mi) equipo en estas primeras jornadas de liga, estoy totalmente seguro de que al final de temporada estarás en lo más alto de la clasificación. Así lo opinaba incluso antes de que en el último partido, frente al Rayo, empezaras perdiendo. Finalmente la lógica volvió a imponerse, y acabaste ganando por un contundente 6-2.
Pues bien, este tipo de cosas, aunque no afectan a mi moral, sí hacen que otros muchos se suban en demasía a la hora de afrontar e incluso lanzar retos. Así me ocurrió a mí el pasado sábado cuando, tras manifestar ante varios miembros de mi familia mi confianza en que el Real Madrid ganará con solvencia la liga, reté a mi suegro (no le gusta el fútbol más allá de lo que a alguien que viene siendo bombardeado durante toda su vida por el fútbol) a una apuesta. Yo decía que la liga será para el Madrid, y él que para cualquiera menos para los blancos. El ganador, a propuesta mía, se llevaría un melón de piel de sapo del Mercadona, pagado por el perdedor.
Tan seguro estaba (él, mi suegro) de que la apuesta sería suya, que aumentó el premio de un melón a un serón de melones. Yo, como buen caballero, acepté el reto, pero tantas dudas, Xosé, hacen que se crezcan los rivales. Incluso a quienes ni les va ni les viene la cosa.
Pues eso.
P.D. Un serón de melones son 20 kilos de melones.
A pesar de los titubeos iniciales mostrados por tu (y mi) equipo en estas primeras jornadas de liga, estoy totalmente seguro de que al final de temporada estarás en lo más alto de la clasificación. Así lo opinaba incluso antes de que en el último partido, frente al Rayo, empezaras perdiendo. Finalmente la lógica volvió a imponerse, y acabaste ganando por un contundente 6-2.
Pues bien, este tipo de cosas, aunque no afectan a mi moral, sí hacen que otros muchos se suban en demasía a la hora de afrontar e incluso lanzar retos. Así me ocurrió a mí el pasado sábado cuando, tras manifestar ante varios miembros de mi familia mi confianza en que el Real Madrid ganará con solvencia la liga, reté a mi suegro (no le gusta el fútbol más allá de lo que a alguien que viene siendo bombardeado durante toda su vida por el fútbol) a una apuesta. Yo decía que la liga será para el Madrid, y él que para cualquiera menos para los blancos. El ganador, a propuesta mía, se llevaría un melón de piel de sapo del Mercadona, pagado por el perdedor.
Tan seguro estaba (él, mi suegro) de que la apuesta sería suya, que aumentó el premio de un melón a un serón de melones. Yo, como buen caballero, acepté el reto, pero tantas dudas, Xosé, hacen que se crezcan los rivales. Incluso a quienes ni les va ni les viene la cosa.
Pues eso.
P.D. Un serón de melones son 20 kilos de melones.
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