No sé si tengo vocación de masoquista, creo que no, pero lo cierto es que mi ojo clínico no ha sido demasiado bueno a la hora de elegir las dos películas sufridas esta semana.
Super 8 tenía buena pinta. Los promocionales que había visto me crearon, al menos, intriga; y el interés se incrementaba con el plurito de que el productor es Steven Spielberg.
Empieza más o menos bien, con unos chicos que en su objetivo de hacer una película, graban sin querer un accidente que después se convierte en otra cosa. Y ahí es donde la película falla: a raíz de lo que es la trama central.
Aderezada con una doble historia de amor-odio entre padres e hijos, unido a la atracción entre sí de los chicos, y el enfrentamiento entre sí de los padres (al estilo de Romeo y Julieta), a los creadores del film se les va un poco la olla, y, como digo, lo que empieza con buena pinta acaba siendo algo... infumable. Por cierto, me río yo de quien ha calificado esta película para mayores de 7 años. Como mínimo, de 12 ó 16.
Eso fue el martes, y hoy ha tocado.... Los Pitufos. La verdad es que hemos ido por descarte, incluso dudamos en si entrar o no. Finalmente toda la familia para dentro, y allí los niños han disfrutado como enanos, y los padres, al menos yo,... sin comentarios. No merece la pena verla ni en DVD.
¿La trama? Pues que varios pitufos llegan a Nueva York por error, y se embarcan en una aventura para poder regresar a su mundo.
Consejo: abstenerse de ir a ninguna de las dos.
No hay comentarios :
Publicar un comentario