No voy a complicarme demasiado la vida. Me refiero a la hora de fijarme objetivos y propósitos de cara al 13 que acaba de comenzar. Lo tengo claro desde hace unas semanas, quizá desde algo más de un mes. Este año... sólo una cosa: mi intención es vivir más el presente.
Habitualmente nos embarcamos en mil y una aventura, con intenciones nobles, muy nobles, tremendamente nobles, pero quizá olvidando alguna cosa también muy importante. Digo que empezamos este o aquel proyecto buscando siempre el bienestar futuro de los nuestros: hogar, hijos, familia, amigos de verdad... en fin, trabajar duro hoy en pos de un mejor mañana. ¡Qué os voy a contar que vosotros no sepáis!. Creo que llevo toda mi vida así. Cierto que me ha ido bien, razonablemente bien, en algunos aspectos, pero como el ritmo autoimpuesto hace años es el que he pretendido seguir manteniendo, y no consigo abarcar con garantías todo aquello que inicio, me doy cuenta de que algo falla aquí.
Uno peina ya los cuarenta -con menos canas de las que me gustaría; quien me conoce, lo sabe-, es decir, tiene cierta experiencia en bastantes ámbitos. De ahí que la escala de prioridades tienda a amoldarse a ese pasado vivido que, en función de ratos buenos y de ratos malos, te indica cuál debe ser el camino a seguir ahora.
Debo reconocer que hasta hace dos telediarios yo seguía poniendo en marcha más historias, pero el asunto me ha desbordado completamente... como nunca. Por eso, al llegar al límite, he parado, y tras analizar tranquilamente la situación, llego a la conclusión de que como siga pensando en el futuro me voy a perder por completo el presente. Y el hoy ya no vuelve. ¡¡Seguro!!.
Por eso, mi prioridad este 13 va a ser amarrar lo que tengo a mi alcance, vivirlo con intensidad, unas veces llorando y otras riendo, pero haciéndolo ahora porque después ya sera tarde.
De referencia tendré siempre el pasado, y de reojillo iré controlando el futuro, pero ante todo me he dado cuenta (perdonad la perogrullada, pero es que para mí es un descubrimiento) soy ciudadano del 13, hoy; mañana, del 14, y después del 15, y del 16...
A ver cómo se me da. El 31 de diciembre os cuento.
Salud para todos porque, teniendo de eso, el resto... nos lo curramos.
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