jueves, 25 de enero de 2018

En el día de los periodistas... una de periodistas. RECOMENDABLE

No tenía previsto ver Los archivos del Pentágono. Pensaba que sería un historión de espías o algo así. Mi opinión cambió radicalmente al enterarme de que trataba la historia del Washington Post cuando publicó, a principios de los años 70, un informe secreto de la administración estadounidense donde se reconocía que el gobierno había estado mintiendo a los ciudadanos durante cuatro décadas en relación a la guerra del Vietnam.
El asunto era de peso porque implicaba a los cuatro últimos presidentes que había tenido el país, incluido el gobernante en ese momento (Nixon).
El primer paso lo dio The New York Times, y pese a las trabas gubernamentales, le secundó el Washington Post, y posteriormente el resto de periódicos estadounidenses.
Para alguien que, como yo, vive del periodismo pero que además ama, disfruta y (también) sufre con la mejor profesión del mundo, esta película es una inyección de moral que resulta doblemente gratificante por llegar en los tiempos en los que llega (que no son los mejores ni para el periodista ni para los periodistas).
No voy a ocultar mi satisfacción por una situación en la que la prensa se impone al gobierno (y no un gobierno cualquiera, sino el más poderoso del mundo), pero también debo reconocer que los continuos alegatos a favor del periodismo y de la libertad de prensa y de expresión que nos plantea Spielberg (es el director) hoy día quedan más para el ámbito teórico y para el estudio de investigadores que para lo que es la realidad de la profesión. En cualquier caso, siempre resulta bonito deleitarse con una época dorada por cuyo retorno daríamos la mitad (o todo) de nuestro reino.
No obstante, el valor de la película no es únicamente este asunto, sino también la gestión del periódico y de la situación que realizan su propietaria y editora (Katharine Graham, encarnada por Meryl Streep), y el director Ben Bradlee (Tom Hanks). Una pareja condenada a entenderse, de difícil cohabitación, pero que al final son un duo (laboral) de éxito porque les une su amor al periódico y al periodismo.
También quiero llamar la atención sobre la figura de Graham. Una mujer que hoy día es ejemplo a seguir tanto por periodistas como por empresarios, pero que en su día lo tuvo tremendamente difícil. Y lo fue no únicamente porque se vio en la obligación/necesidad de dirigir un emporio empresarial para el que no estaba ni mucho menos preparada, sino especialmente porque la mayoría de las trabas le llegaban por su condición de mujer. ¿Una mujer en un cargo importante de una empresa importante en un mundo de hombres? Si ella lo tuvo difícil, cómo lo tendrían tantas y tantas mujeres que quisieran hacerse valer en una sociedad que les relegaba a una papel secundario... y que no tendrían las posibilidades de nuestra protagonista.
La Casualidad ha querido que acudiera a ver esta película sobre periodistas y periodismo un 24 de noviembre, festividad de San Francisco de Sales, Patrón de los Periodistas. Por ello, no he querido dejar pasar la ocasión, y hoy mismo, tras disfrutar con la cinta, he querido contaros mi experiencia.
Película más que recomendable.



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