lunes, 8 de abril de 2019

Alternativas muy particulares

Siempre me ha gustado la Economía, tanto la macro como la micro. Por ello, y debido a su complejidad y dificultad, suelo leer lo que puedo, cuando puedo y hasta donde llego. 
La crisis económica que nos ha afectado en los últimos años, y que todavía nos afecta, ha sido objeto de numerosas publicaciones para explicar sus causas y orígenes, así como para analizar si los gobiernos han actuado bien, y hasta dónde nos puede llevar esa forma de gestionarla.
Hace unos años cayó en mis manos Hay alternativas (Navarro, Vicenç; Torres López, Juan; y Garzón Espinosa, Alberto. Ediciones Sequitur. Madrid. 2011), pero por unas circunstancias u otras no pude leerlo hasta hace poco. 
El libro intenta aproximarse a la crisis, a sus orígenes, a las medidas tomadas, y, como indica su subtítulo, a ofrecer "Propuestas para crear empleo y bienestar social en España". Me llamó la atención en su día porque me apetecía conocer la versión de otros economistas en torno a lo que habían hecho los economistas oficiales para afrontar la crisis. 
Tenía buena pinta, y durante mucho tiempo -varios años, diría yo- me apetecía leerlo, de ahí que cuando por fin llegó el momento lo hice con muchas ganas. La primera decepción llegó pronto: nada más ahondar en los autores. Alberto Garzón es el líder de IU que fusionó su partido con Podemos. Juan Torres y Vicenç Navarro son los autores del documento marco del programa político de Podemos. En fin...
Pronto dejan claros sus posicionamientos, y en las primeras páginas señalan que "la realidad ha demostrado que cuando se aplican las medidas neoliberales que nos proponen siempre ha bajado la calidad de vida, del trabajo y del empleo, y que sólo han mejorado beneficios los banqueros y las grandes empresas. Hay alternativas a ello". No me parece mal el argumento; es más, me interesa que lo demuestren y también conocer esas alternativas. 
Pero casi desde las primeras páginas me da la sensación de que el objetivo de los autores del libro no es analizar la crisis, sino tomarla como excusa para vendernos su moto. Así al menos me parece al leer cosas como que uno de los culpables de la reciente crisis es Franco. También con las continuas referencias y comparaciones que realizan con los países del centro y norte de Europa donde los niveles de bienestar son mayores gracias a que la población no tiene problema en pagar más impuestos; pero se olvidan los autores de lo que es la realidad de nuestro país, donde la cultura del no pagar impuestos es casi el deporte nacional, de ahí la picaresca que históricamente ha caracterizado a los españoles.
Apuestan claramente los autores del libro por una banca pública que financie lo que es realmente importante. No dicen quién decidirá qué es lo importante, pero seguro que quien lo decida tendrá a miles de voces enfrente diciendo que lo importante es otra cosa. Y también obvian que en nuestro país hemos tenido una banca pública muy clara: las Cajas de Ahorros. Unas entidades financieras que casi en su totalidad han sido un desastre porque han estado dirigidas por políticos para financiar sus propios chiringuitos. Olvidan estos economistas que las bonanzas teóricas no tienen garantizado su éxito cuando se materializan en la realidad de cualquier sociedad. 
Creo realmente que los autores del libro teorizan demasiado, definiendo continuamente quienes son los buenos y quienes los malos de la película, y confían ciegamente en que estas teorías sobre papel serán buenísimas en su aplicación real... pero no calculan el efecto que tendría sobre ellas la siempre dañina especie humana.
Totalmente decepcionado con el libro porque esas alternativas a lo hecho son las recetas para intentar construir el país de las maravillas.

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