Me gusta lo de La España vaciada. Es claro, directo, reivindicativo, revelador... y una verdad como la copa de un pino.
Todo un acierto que se unan tantos y tantos territorios de nuestro país que más bien parecen estar ubicados en zonas tercermundistas, o enclavados en el siglo XIX. Faltan carreteras, trenes, servicios... y elementos tan básicos como acceso a internet a velocidades del siglo en el que nos encontramos. No hay casi nada de eso, de ahí que se estén quedando vacíos porque viven en primera persona el éxodo a zonas más desarrolladas.
Hace un par de domingos tuvieron su principal manifestación en la capital de España, y ojalá sigan ese camino hasta alcanzar sus objetivos porque el paso del tiempo y el cansancio es el peor enemigo de cualquier reivindicación.
Muy buen por quienes reivindican, y muy mal por algunas personas que se unieron a ellos. Me refiero a ministros del gobierno de España, a consejeros de comunidades autonómicas, y a gobernantes y ex gobernantes de todo pelo que tuvieron la desfachatez de acompañar a La España vaciada. ¿No se les caerá la cara de vergüenza? ¡¡Gobernantes acompañando a los gobernados que se manifiestan contra sus acciones de gobierno!!
Se ve que no se dan por aludidos. Pues deberían darse. De hecho, deberían haberse marchado de la manifestación, ir a sus despachos, y propiciar las actuaciones que permitan que esa España que se está vaciando vuelva a llenarse.
Por cosas como esta quizá deberíamos de hablar más bien de La España timada. Aunque estamos en un buenísimo momento para deshacer el timo ya que a la vuelta de la esquina se encuentran dos citas electorales. El drama llega cuando debes decidir a quién votar. ¡¡Ay Señor!!
Todo un acierto que se unan tantos y tantos territorios de nuestro país que más bien parecen estar ubicados en zonas tercermundistas, o enclavados en el siglo XIX. Faltan carreteras, trenes, servicios... y elementos tan básicos como acceso a internet a velocidades del siglo en el que nos encontramos. No hay casi nada de eso, de ahí que se estén quedando vacíos porque viven en primera persona el éxodo a zonas más desarrolladas.
Hace un par de domingos tuvieron su principal manifestación en la capital de España, y ojalá sigan ese camino hasta alcanzar sus objetivos porque el paso del tiempo y el cansancio es el peor enemigo de cualquier reivindicación.
Muy buen por quienes reivindican, y muy mal por algunas personas que se unieron a ellos. Me refiero a ministros del gobierno de España, a consejeros de comunidades autonómicas, y a gobernantes y ex gobernantes de todo pelo que tuvieron la desfachatez de acompañar a La España vaciada. ¿No se les caerá la cara de vergüenza? ¡¡Gobernantes acompañando a los gobernados que se manifiestan contra sus acciones de gobierno!!
Se ve que no se dan por aludidos. Pues deberían darse. De hecho, deberían haberse marchado de la manifestación, ir a sus despachos, y propiciar las actuaciones que permitan que esa España que se está vaciando vuelva a llenarse.
Por cosas como esta quizá deberíamos de hablar más bien de La España timada. Aunque estamos en un buenísimo momento para deshacer el timo ya que a la vuelta de la esquina se encuentran dos citas electorales. El drama llega cuando debes decidir a quién votar. ¡¡Ay Señor!!
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