Empecé a estudiar Periodismo, en Sevilla, coincidiendo casi con la Expo. Sin lugar a dudas una época muy intensa informativamente hablando; sin embargo, uno de los recuerdos más vivos que tengo de aquellos años es el de los debates que mantuvieron en televisión Felipe González (entonces presidente del gobierno de España) y José María Aznar (aspirante a la presidencia) de cara a las elecciones generales del año 1993.
Los tres estudiantes de Periodismo que compartíamos piso afrontamos aquello como cualquier forofo se prepara para ver la final de la Champions League, en la que participa el equipo del que es seguidor. Hasta preparamos un piquislabi..., bueno, uno no, tres porque, si la memoria no me falla, hubo tres debates.
Aquello fue histórico porque era la primera vez que tenía lugar en nuestro país. Creo que fue el programa más visto del día, e incluso uno de los más seguidos del año en la televisión. Es decir, interesaba a los ciudadanos.
26 años después España y los españoles afrontamos unas elecciones generales en las que no habrá debate entre presidente del gobierno y líder de la oposición. Y no lo habrá, al menos a día de hoy así es, porque el presidente no acepta ese cara a cara. Me parece una barbaridad.
Los españoles dejamos claro hace 26 años que queremos que se produzca ese debate; de hecho, se ha venido realizando posteriormente, y además con gran repercusión. Hasta el propio Pedro Sánchez, líder de la oposición entonces, se lo pidió al presidente del gobierno Mariano Rajoy, y se llevó a cabo. Pero ahora no lo habrá porque, según han argumentado varios voces en el PSOE, así lo ha decidido la estrategia socialista de cara a las elecciones. ¡¡¿¿Perdón??!! ¿¿¡¡Estrategia política!!?? Yo les respeto a ustedes cualquier decisión que tomen en aras de conseguir los mejores resultados posibles en las elecciones, pero este debate debería ser obligatorio por ley. Y quien no lo acepte, que no pueda ser candidato a la presidencia del gobierno. Se hace necesario reformar la Ley Electoral incluyendo este elemento, y eliminando otros sinsentidos que vivimos con sorpresa estos días (como, por ejemplo, que sea obligatoria la presencia de miembros del PNV y ERC en un debate nacional cuando yo, desde Jaén, no les puedo votar porque aquí no presentan candidaturas. Si algún medio de comunicación quiere hacerlo, que lo haga, pero obligar a ello es más que cuestionable. También es sorprendente que no puedan estar en estos debates representantes de partidos que al parecer tendrán una importante irrupción en el panorama político, pero como ahora no están en el Congreso, no pueden estar en los debates. ¡¡DE LOCOS!!). Y es que escribo estas líneas mientras veo en TVE el obligado debate a seis (PSOE, PP, C´s, Unidas Podemos, PNV y ERC).
Aquellos González Vs Aznar representan ya algo histórico, y casi tres décadas después este No Sánchez Vs Casado también tiene pinta de pasar a la historia.
¿Nos podemos fiar de una persona que no es capaz de defender públicamente y en un cara a cara su programa y sus políticas ante quien le quiere mover la silla? Yo, por lo menos, no.
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