jueves, 22 de mayo de 2008

Mal gobierno, peor oposición

Alguien del entorno del PP oficial de la provincia decía hace unos días que el senador Sánchez de Alcázar iba a aplicar en Madrid el ingente trabajo que había realizado en el Parlamento andaluz con un único objetivo: defender los intereses de los jienenses. Mucha ironía, y guasa, tenía el comentario sobre todo si tenemos en cuenta que el aludido, a pesar de haber estado bastantes años en Sevilla, ha sido uno de los que menos iniciativas ha presentado.

Al margen de lo que pudiera haber en el fondo de estas palabras (puyazos de partes irreconciliables), sí recordé que hace unos años algún empresario de la capital me dijo que colegas suyos de la provincia estaban hartos de hacer ellos el papel de oposición a los políticos gobernantes. ¿Dónde están los diputados del PP?, se preguntaban.

Jaén, todos lo sabemos, es una provincia con muchas necesidades, demasiadas. A ello quizá ha contribuido el voto masivo que ha habido históricamente hacia una corriente, la misma que gobierna sin presión alguna, la misma que coloca en los puestos de responsabilidad a personas que, en su gran mayoría, no serían competentes ni para ser manijeros de una cuadrilla de aceituneros. Pero, ya digo, es uno de los males de la confianza. Si a eso le unimos una oposición repartiendo cargos por cuestiones de hacer caja en lugar de valorar la valía de las personas y su trabajo, tenemos como resultado un territorio que destaca por sus malos –alguno/a se salva- dirigentes y por su peor oposición.

Siempre he defendido que, para evitar que el político se apoltrone en el sillón y pase a ser un político profesional, los cargos deben tener una duración máxima de 8 años (dos legislaturas). Eso, quienes gobierna. Y quienes están en la oposición deben hacer eso, oposición; pero currándose el sueldo y no ostentando este acta de diputado provincial o regional, o nacional... como reconocimiento (o huida, o castigo...) de su propio partido a modo de jubilación anticipada o cárcel de oro.

Y todo esto, lamentablemente, es lo que ocurre hoy día en Jaén. Y seguirá ocurriendo mientras nosotros queramos, claro.

2 comentarios :

Anónimo dijo...

Pero Amador, como puedes decir de Sanchez de Alcazar eso, si la mejor apuesta que hizo en el Ayuntamiento fue colocarte a ti, sin oposiciones ni nada, y hacerte fijo para sacarte de tu pueblo......

Ya te vale... cara dura----

JAmador dijo...

Mi querido amigo Anónimo (por cierto, ¿cómo definirías a alguien que para insultar se esconde detrás de las cortinas? ¿Qué puntuación, de 1 a 10, le darías en el barómetro de la valentía?), tengo que reconocer que tu comentario me ha causado sorpresa. En primer lugar, porque no alcanzo a enterder qué es ESO tan malo que YO he dicho de Sánchez de Alcázar.
En segundo lugar, porque muchas veces las cosas no son lo que parecen, y a la hora de enfrentarse a un escrito, máxime si es periodístico y según qué contexto, hay que hilar bastante fino y leer entre líneas. Como dice uno de mi pueblo -por cierto, del que nadie me ha sacado porque sigo estando allí, algo de lo que no sólo estoy muy orgulloso sino de lo que presumo continuamente, mientras otros (no me refiero a Sánchez de Alcázar, por si no lo pillas) reinegan de él- hay que fijarse en los detalles. Reconozco tu esfuerzo al intentarlo, pero a lo mejor te vendrían bien otros añitos en Primaria.
Por último, indicarte que dice un viejo proverbio chino que "la ignorancia es muy atrevia", y tú, en este caso, eres extremadamente atrevidísimo.
P.D. "Ladran Sancho, luego cabalgamos".