lunes, 19 de mayo de 2008

48 horas

Dice mi paisano Antoñito que tarda 48 horas en acabar con el problema de ETA. Necesita 24 para hacer lo primero, y otras 24 para lo segundo. Lo tiene claro, y no de ahora. No lo he visto tras estas recientes apariciones de los terroristas, pero aún recuerdo, vaya si lo recuerdo, cuando hace más de un año me explicaba acaloradamente su teoría tomando un café en lo de Valentín.

Estaba tremendamente indignado. No voy a contar aquí cuál es su fórmula mágica, pero os la podéis imaginar. Algo pensado más con el estómago y el corazón que con la razón. Sin embargo, debe hacernos pensar que cada vez sea más la gente de a pie que se alinea con posturas tan radicales. Y no es que Antoñito sea un extremista y sospechoso de todo, sino todo lo contrario. Es un currante como el que más de la Andalucía más profunda que pueda existir; no quiso quedarse anquilosado en el pozo del paro agrícola, el PER y los jornales de la aceituna, y arriesgó su escaso capital –mucho del banco- para comprar una pala retroexcavadora. Hace años ya que con su máquina se patea toda España, echando más horas que un reloj, y conociendo mucha y muy diversa gente, pero nunca ha perdido sus raíces con su tierra. Vuelve a su pueblo casi todos los fines de semana, por lejos que éste le quede, y en sus vacaciones siempre reserva un hueco para la patria chica. Perdió incluso un amor por no renunciar a su Higuera.

Soltero y sin compromiso, tiene más que ganar que perder, y sin embargo se complica la vida diciendo cosas como esas sin esconderse de nadie. Habla para quien quiera escucharle, y a mí me encanta.

¿Qué estará pasando en un país para que el hijo de un cabrero se posicione en unos extremos tan difíciles de entender? ¿Sabéis qué...? Que sería un puntazo que Zapatero tuviera mañana a Antoñito como asesor en su reunión con Ibarreche.

¡¡¡Ojalá!!!

1 comentario :

Anónimo dijo...

Para hablar sobre algo hay que conocerlo en profundidad o como mínimo vivirlo. Se nota que el Sr. Catite no ha ido nunca a Euskadi y si ha estado; sólo ha percibido la sensación del conflicto de manera efímera y partidista.



Comentarios como el suscrito alimentan el estúpido y recíproco odio entre hermanos (no de patria sino de condición humana). Como decía Loquillo en los ochenta: "he diseñado una bandera que como todas es para quemar...".



El problema vasco no se resuelve ni se resolverá nunca. A TODOS le interesa que exista crispación en una tierra maravillosa que padece la sinrazón de la violencia de unos impresentables que amenazan y agreden con cobardía y de otros que la necesitan para dar ruedas de prensa, sumar votos y ganar unos eurillos sin madrugar...



Otro día hablaremos de quienes han hecho carrera política del dolor de las víctimas; de los que viven no de la peluquería ni de la pescadería sino de los dólares institucionales de los que nunca recuperarán a sus seres queridos asesinados vilmente por los que mutilan las legítimas expectativas de una gente que desea vivir de una vez por todas en paz...



ANV KAMPORA
AVT KAMPORA



Comentario por Pasaia