martes, 15 de enero de 2008

Carbón inmerecido

Dice un viejo proverbio chino que A los niños malos, los Reyes Magos les traen carbón. El sabio –y joío- refranero español apunta, por su parte, que Las niñas buenas van al cielo, y las malas… a todas partes.

Siempre me he decantado por lo primero, y aún hoy sigo haciéndolo; aunque en determinados momentos el lado oscuro de la Fuerza me ha hecho dudar. Estas Navidades han sido una de esas ocasiones de debilidad. Sí, porque me he enterado que unos chicos que se han portado muy bien no han tenido más recompensa que un gran saco de carbón a modo de finiquito. Y eso que, según los últimos datos de paro correspondientes al mes de diciembre, la provincia de Jaén ha tenido los mejores resultados de empleo de toda España. Por el inicio de la campaña de aceituna, claro. Y, os lo podéis imaginar, esta gente de la que os hablo no son, todavía, aceituneros altivos.

Todo el año trabajando como hormiguitas para conseguir el regalo deseado, y al final reciben la recompensa de los niños buenos: ir al cielo.

¡Vaya cómo se las gastan estos chicos de Oriente capitaneados –según los evangelios- por Gaspar (siempre va el segundo, pero manda más que el primero)!. Aunque, sinceramente, yo creo que Sus Majestades no llegan a tantas profundidades. Son cosas más propias de sus pajes.

De todas formas, JotaeLe, Dan, Tom, antes JotaBé, y algunos otros y otras que quedaron en el camino, no han cometido más pecado que estar en el lugar inadecuado en el momento más inoportuno. Además de ese duendecillo que tantas chinas ha puesto siempre en el zapato.

Que la Justicia Divina les repare ahora lo que les ha arrebatado la humana. Se lo merecen… y mucho.

Por cierto, sigo pensando que más vale malo conocido que bueno por conocer.

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