Ayer me enteré de dos cosas. La primera, que el ex alcalde y actual portavoz del PP en el Ayuntamiento, Miguel Sánchez de Alcázar, estaba perfeccionando su hablar marcando bien las eses. Hoy ya es casi oficial que encabezará la lista del Partido Popular al Senado en las elecciones generales del próximo 9 de marzo. Objetivo (segundo) logrado, aunque cuidado porque puede ser un caramelo envenenado. Las listas al Senado son abiertas, es decir, el votante marca con su boli tres nombres que no tienen que ser los tres primeros, ni siquiera los de un mismo partido. Además, alguien ha dicho sobre el asunto algo así como que te mueves en ocho o diez pueblos y la crucecita puede ir...
La segunda cosa que oí ayer es que esta decisión tendrá efectos colaterales; al menos, uno. Es mujer, ocupa sillón en el salón de plenos del Ayuntamiento y le ha tocado una pedrea.
Una última historia. Tenemos chica nueva en la oficina (la grande, la que es de todos). Y es que quien no corre, vuela. Tras las municipales pasó de ser cabeza de ratón –aromático- a cola de león. Ahora, por causas naturales, empieza a ascender. ¿Hasta dónde llegará? Sólo la Providencia lo sabe.
No hay comentarios :
Publicar un comentario