El otro día me sorprendí cuando el periódico El Mundo, sin ningún tipo de rubor ni tapujo, pedía a través de uno de sus editoriales el voto para el Partido Popular y para la formación creada por Rosa Díez. De un tiempo a esta parte están claras las tendencias de los medios de comunicación... bueno, lo han estado siempre, pero en los últimos años no hay lugar a la duda. Pero creo que hasta ahora no se había sido tan osado en este sentido como lo ha hecho Pedro J.
Aunque, visto lo visto, en lugar de clamar al cielo por el posicionamiento político tan claro de un medio de comunicación quizá haya que tomar parte de esta forma de actuar porque hoy mismo un periódico de Jaén ha hecho algo prácticamente igual. Me refiero al gratuito Jaén21.
No seré yo quien cuestione la valía del director, Javi López, a la hora de escribir opinión. De hecho creo que se trata de una de las plumas más brillantes que existen hoy por hoy, y no únicamente en Jaén. Siempre me ha gustado su forma ácida, irónica, retorcida pero clara... de juntar letras, y aún sigue teniéndome encandilado. Sin embargo, en su artículo de hoy creo que ha sido tan radical como alguien me apuntó hace algunas semanas sobre otro artículo suyo, criticándolo por ello, aunque yo no lo vi tan claro en aquella ocasión como lo veo en este viernes, dos días antes de unas elecciones generales y autonómicas.
Dejar claro, antes de nada, que no me parece mal, ni tampoco bien, que se decante alguien a favor o en contra de unas siglas políticas. Javi López, y por tanto Jaén21, se posicionan en la orilla opuesta al PSOE. Ya digo que la opción me parece respetable. Aunque una cosa es poner a parir a un partido político, y otra a los votantes que lo sustentan. Por eso mismo yerra hoy Javi López. Porque tú no puedes decirle a un señor, por el simple hecho de votar a este o aquel partido, que tropieza un mínimo de seis legislaturas en la misma piedra, de ser receptor de pienso, de vegetar en lugar de existir, de no ser sabio, de poner la mano y el culo en el encéfalo, de tener en la subvención su única filosofía de vida, de ser clientelista y súbdito, rendidor de pleitesía absoluta, de ser un estómago agradecido, de estar preparado para conceder a su cacique el derecho de pernada, de ser cautivo del voto, de tener una prima puta, de dejar que le jodan la marrana a cambio de una nómina, y por eso mismo permitir que nos jodan a todos.
Ya digo que yerra Javi López. Y no lo hace por generalizar y llamar todo esto a los andaluces, sino por disparar, me da igual el calibre de la munición, a la pieza equivocada.
¿Te has parado a pensar, Javi, por qué el andaluz y el jienense vota de esta forma y no de otra? ¿Tiene él la culpa de su voto, o la tienen otros? ¿Puede ser que este voto mayoritario socialista no sea porque es la mejor opción pero sí la menos mala de cuantas se le presentan?
Los socialistas han demostrado ampliamente que gobiernan mal. Algo que se deduce, sin necesidad de entrar en excesivas profundidades, del simple hecho de que tras 25 años de poder absoluto Andalucía sigue estando en la cola del pelotón de los torpes. Pero, ¿cuál es la alternativa ilusionante que les ofrece el Partido Popular? ¿Dónde está su proyecto atractivo y atrayente de voluntades? Igual existe pero si no saben transmitirlo es como el que tiene un tío en Graná. Un ejemplo. Aznar quiso eliminar el PER y modificar ampliamente el desempleo agrícola. El PSOE no sólo se puso en contra sino que movilizó a toda Andalucía ante lo que se llamó el decretazo y que fue definido y prácticamente aceptado por todos como el rejón de muerte para Andalucía. Al final Aznar no hizo nada y quedó como un cabrito para con Andalucía. Sin embargo Bono, uno de los más admirados –antes y ahora- socialistas y llamado a presidir el próximo Congreso de los Diputados de la mano de Zapatero, hizo en Castilla la Mancha, cuando era presidente, lo que Andalucía no dejó a Aznar. Y allí no sólo no pasó nada sino que ni nos enteramos en el resto del país. Bueno, sí pasó una cosa: que la medida fue tan acertada que nuestra antaño comunidad autónoma compañera de fatigas nos dice adiós, por arriba, desde cada vez más lejos.
Pero quedan más actores en esta representación. Los terceros no hacen más que pelearse entre ellos. Y eso que han estado prácticamente siempre en la oposición. Por eso mismo, por tanta disputa interna que no perdona el elector, han conseguido que seamos una, quizá la única, de las pocas comunidades autónomas españolas sin un partido nacionalista fuerte.
Los cuartos están más desunidos que nunca. Desunidos y en retirada prácticamente de toda España. Y Jaén no es una excepción. Fíjate si está la cosa mal, que en uno de los pocos lugares donde gobiernan, Jaén, no lo hacen quienes mandan sino el sector crítico. De ahí que parezca que Izquierda Unida no hace campaña en la capital.
Yerra Javi López cuando pone su bala en la frente de unos en lugar de hacerlo en los huevecillos de los culpables reales.
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