miércoles, 2 de septiembre de 2009

Manual para darse la buena vida

Seguro que tiene que ser muy complicado hacer entender a un adolescente términos o conceptos como libertad, ética, justicia, política...; sin embargo Fernando Savater lo intenta, y creo que lo consigue, en Ética para Amador (Ariel.,1993, 18ª edición) gracias al uso de un lenguaje fácil y nada enrevesado, y por la gran apuesta que hace por la didáctica a través de la utilización continua de ejemplos ilustrativos, muchos ejemplos, que hacen comprensible cada idea y argumento.
Estamos ante una obra que el autor escribe para su hijo Amador, de 15 años, con el objetivo de dejarle por escrito "algunas cosas que a ratos quise contarte y no supe o no me atreví", como él mismo reconoce. Una temática dura la de la Ética, sobre todo para un chaval de esa edad, aunque imprescindible, de ahí que Savater lo haga escribiendo, no un grueso manual de ética y de esta manera "fabricar ciudadanos bienpensantes", sino con estas 200 páginas escasas para "estimular el desarrollo de librepensadores".
Quien espere un ladrillo, no lo va a encontrar. De esa forma sería imposible llegar al colectivo objetivo de este libro. Es todo lo contrario, aunque en ocasiones se pone un poquito duro. No obstante, resulta tremendamente interesante la argumentación del autor que parece siempre encaminada a educar a quien quiera ser educado en la importancia que tiene en nuestro mundo el vivir en sociedad, en armonía con el resto de la humanidad. Para ello sirve todo eso a lo que nos referíamos al principio: ética, libertad, justicia... Según Savater, todo en este mundo se reduce a darse la buena vida, a vivir bien, pero eso no significa hacer siempre lo que nos viene bien a nosotros, sólo a nosotros, porque en muchas ocasiones lo bueno puede ser malo, y lo malo puede ser bueno.
Acaba el autor esta especie de carta a su hijo en la misma línea en que redacta todo el libro, esto es, aconsejando pero dejando claro que la última palabra la tenemos, siempre, cada uno de nosotros, gracias a nuestra libertad, limitada en muchas ocasiones, pero nuestra y libre en última instancia: "...procura elegir siempre aquellas opciones que permiten luego mayor número de otras opciones posibles, no las que te dejan cara a la pared. Elige lo que te abre: a los otros, a nuevas experiencias, a diversas alegrías. Evita lo que te encierra y lo que te entierra. Por lo demás, ¡suerte!."

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