Cuando me enteré de que estaban haciendo Cars 2 me entraron muchas ganas de que estuviera ya acabada porque la primera parte me gusto bastante, y me resultaba atractivo ver la continuación.
Cuando hace unos días me enteré de que la crítica la calificaba como la peor película de la historia, acentuó mi interés por verla, y es que siempre me hace mucha gracia la opinión de esos supuestos entendidos de cine.
Cuando anoche entré en la sala estaba ciertamente entusiasmado, y cuando salí estaba casi de acuerdo con la crítica; no es que sea la peor película de la historia, pero se aproxima mucho.
Creo sinceramente que a esta gente se le ha ido la olla. Los personajes mantienen el nivel de la primera parte, incluso no desmerecen, sino todo lo contrario, los nuevos. Las reproducciones de las ciudades son espectaculares; de hecho, en más de una ocasión dudaba de si era realmente un dibujo de la ciudad, o una grabación. Pero la trama resulta infumable. Viene a ser una especie de James Bond en dibujitos y con coches como personajes. Es tan complicada que estoy seguro de que ninguno de los niños que abarrotaban la sala se enteró, e incluso apostaría que lo mismo le pasó a algunos de los mayores.
Cars 2 viene a cumplir aquel dicho de que nunca segundas partes fueron buenas (aunque también tiene su excepción, claro está).
Cuando hace unos días me enteré de que la crítica la calificaba como la peor película de la historia, acentuó mi interés por verla, y es que siempre me hace mucha gracia la opinión de esos supuestos entendidos de cine.
Cuando anoche entré en la sala estaba ciertamente entusiasmado, y cuando salí estaba casi de acuerdo con la crítica; no es que sea la peor película de la historia, pero se aproxima mucho.
Creo sinceramente que a esta gente se le ha ido la olla. Los personajes mantienen el nivel de la primera parte, incluso no desmerecen, sino todo lo contrario, los nuevos. Las reproducciones de las ciudades son espectaculares; de hecho, en más de una ocasión dudaba de si era realmente un dibujo de la ciudad, o una grabación. Pero la trama resulta infumable. Viene a ser una especie de James Bond en dibujitos y con coches como personajes. Es tan complicada que estoy seguro de que ninguno de los niños que abarrotaban la sala se enteró, e incluso apostaría que lo mismo le pasó a algunos de los mayores.
Cars 2 viene a cumplir aquel dicho de que nunca segundas partes fueron buenas (aunque también tiene su excepción, claro está).
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