Ahora sí que está todo el pescado vendido. Esta mañana he salido a correr 10 kilometrillos, los últimos antes de que el domingo, a las nueve de la mañana, tome la salida en el Maratón de Valencia. Faltan menos de 48 horas, y ha comenzado la cuenta atrás.
No voy a negar que tengo algunos nervios, desde hace incluso algunos días, pero es que no puedo evitarlo. Han sido 17 semanas en las que he corrido 970 kilómetros desde aquel 26 de julio de 2011 en el que inicié mi plan de entrenamiento que concluirá pasado mañana.
El objetivo es recorrer los 42 kilómetros y 195 metros en menos de 3 horas y 30 minutos. Lo más cerca que he estado hasta ahora fue hace dos años, en Florencia, donde hice 3horas y 33 minutos y 40 segundos. En teoría estoy preparado para ello; así lo indica al menos el test que realicé la semana pasada, y que era la primera vez que hacía en el tiempo exigido.
Se trata de correr el maratón a una media de cinco minutos cada kilómetro. La mejor sensación que tengo es que logrué esa media, y con solvencia, en una tirada de 27 kilómetros que hice un domingo, y en otra de 30 kilómetros. Las realicé solo, llevando yo el agua y los geles correspondientes, parando para que no se derramaran los líquidos, calculando distancias.... en fin, no en las mejores condiciones. Por ello, en la competición donde todo está organizado no debería tener problemas.
Pero los nervios llegan porque un maratón es siempre una aventura que sabes como empieza pero nunca cómo acaba. Puede pasar de todo. Ya veremos. Tocaremos madera y le pediremos ayuda a San Isidro.
Quisiera también tener un recuerdo para mis magníficas zapatillas New Balance 1063 con las que el año pasado corrí el maratón de Málaga, que últimamente sólo utilizaba para tiradas cortas, y que esta mañana he jubilado de la competición tras haber recorrido con ellas 1.014 kilómetros. Han salido, como todas las NB, ¡¡¡¡¡BUENÍSIMAS!!!!!
Mañana, tempranito, partimos en coche hacia Valencia. Ya os iré contando.
No voy a negar que tengo algunos nervios, desde hace incluso algunos días, pero es que no puedo evitarlo. Han sido 17 semanas en las que he corrido 970 kilómetros desde aquel 26 de julio de 2011 en el que inicié mi plan de entrenamiento que concluirá pasado mañana.
El objetivo es recorrer los 42 kilómetros y 195 metros en menos de 3 horas y 30 minutos. Lo más cerca que he estado hasta ahora fue hace dos años, en Florencia, donde hice 3horas y 33 minutos y 40 segundos. En teoría estoy preparado para ello; así lo indica al menos el test que realicé la semana pasada, y que era la primera vez que hacía en el tiempo exigido.
Se trata de correr el maratón a una media de cinco minutos cada kilómetro. La mejor sensación que tengo es que logrué esa media, y con solvencia, en una tirada de 27 kilómetros que hice un domingo, y en otra de 30 kilómetros. Las realicé solo, llevando yo el agua y los geles correspondientes, parando para que no se derramaran los líquidos, calculando distancias.... en fin, no en las mejores condiciones. Por ello, en la competición donde todo está organizado no debería tener problemas.
Pero los nervios llegan porque un maratón es siempre una aventura que sabes como empieza pero nunca cómo acaba. Puede pasar de todo. Ya veremos. Tocaremos madera y le pediremos ayuda a San Isidro.
Quisiera también tener un recuerdo para mis magníficas zapatillas New Balance 1063 con las que el año pasado corrí el maratón de Málaga, que últimamente sólo utilizaba para tiradas cortas, y que esta mañana he jubilado de la competición tras haber recorrido con ellas 1.014 kilómetros. Han salido, como todas las NB, ¡¡¡¡¡BUENÍSIMAS!!!!!
Mañana, tempranito, partimos en coche hacia Valencia. Ya os iré contando.
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