Zaragoza es, desde ayer, mi nuevo reto. Espero cruzar la meta el próximo 25 de septiembre en lo que será mi 12º maratón.
Digo que desde ayer es mi objetivo porque ayer empezó mi plan de preparación específica de 12 semanas que concluirá el día de la carrera. Lo que pasa es que la cosa no ha tenido el inicio esperado. En lugar de comenzar con el entrenamiento previsto lo hice con una visita al fisio. Llevo varias semanas intentando recuperar algo la forma tras bastante tiempo de actividad limitada a causa de una lesión, y eso me ha provocado unas molestias en el isquio.
Ayer, cita con Manos Mágicas Pili que, como siempre, ha funcionado. Hoy he trotado un ratito, y las molestias casi han desaparecido. Confío en que el viernes, en la segunda sesión, me dé el ok y pueda seguir la preparación (o, mejor dicho, empezar) como marca el plan.
Tengo ganas de que llegue el 25 de septiembre para reencontrarme con el maratón. Y es que se me está resistiendo el que será mi número doce. Debería haber sido el de Ciudad Real en los meses finales del año pasado, pero la fascitis no me lo permitió. La alternativa era Sevilla (febrero de este año) pero tampoco llegué. A ver si a la tercera va la vencida, y por lo menos acabo dignamente.
Sí, ese es mi pensamiento a día de hoy: acabar. Ya habrá tiempo de intentar hacer alguna marca concreta porque ahora lo principal es superar el problema en el isquio (¡quién los inventaría!), y después comprobar las sensaciones que me generan los entrenos de las próximas doce semanas.
No hay comentarios :
Publicar un comentario