martes, 27 de marzo de 2018

Gorrión rojo

No me gustó la trilogía de Los juegos del hambre, y eso que la tuve hasta en la sopa porque sí que le encantó a mi hija pre-adolescente. En alguna ocasión me senté delante del televisor para intentar llegar si quiera a la mitad de alguna de las películas, pero me resultó imposible.
Un día, en el cine, vi el anuncio de Gorrión rojo. Me llamó la atención que la protagonista (Jennifer Lawrence) era la misma que Los juegos del hambre; este dato, unido a la temática de espionaje que siempre me ha gusto, hizo que decidiera ir a verla. Lawrence me pareció tremendamente plana en la exitosa serie juvenil, de ahí que me entró la curiosidad de saber cómo se habría desenvuelto en esta otra película que, por lo me después me dijeron, estaba diseñada para su lucimiento personal.
Lawrence encarna a Dominika Egorova, una joven rusa que se ve abocada a trabajar para el servicio de espionaje de su país. Y debe hacerlo -debe, porque es obligada a ello- como las llamadas gorriones, esto es, mujeres que utilizan su cuerpo como arma tras un duro y cruel entrenamiento en el que principalmente aprenden a darlo todo, todo, todo por la causa; incluida su dignidad.
Durante la hora y media de cinta estás completamente enganchado con la trama porque no sabes si Dominika está realmente trabajando para su país en la misión que le han encargado, o si por el contrario se ha pasado al bando contrario. La duda es continua, incluso desesperante en ocasiones. Si a ello le unimos el posible amor surgido con quien es su objetivo, y las presiones de todo tipo a la que es sometida constantemente la protagonista hace que la tensión nos mantenga más que atentos. El desenlace es buenísimo por inesperado.
Tras ver la película confirmé aquello que me dijeron antes: Lawrence es la única protagonista. Todo gira en torno a ella, para que se luzca... y se luce desde un punto de vista físico (es guapísima y tiene un tipazo) pero sigo pensando que resulta demasiado plana en la interpretación; así lo entendí en Los juegos del hambre, y lo sigo entendiendo en este Gorrión rojo.
En cualquier caso, se trata de una película interesante para ver. Además, tiene su punto de morbo teniendo en cuenta la situación internacional que se vive en las últimas semanas con ese ex espía ruso, residente en Gran Bretaña, que ha sufrido un atentado (al parecer de Rusia), y que está provocando un enfrentamiento de numerosos países europeos, EEUU, etc con Rusia.

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