Repasando periódicos de hace unos días me he detenido en alguna de las informaciones referentes al nombramiento de Román Escolano como nuevo ministro de Economía de nuestro país, en sustitución de Luis de Guindos.
Me ha llamado especialmente la atención su sueldo. Como miembro del gobierno de Mariano Rajoy cobrará 73.650 euros al año, es decir, 3.536,90 euros mensuales. No me parece ninguna barbaridad al tratarse de una de las personas que va a dirigir nuestro país; de hecho, sé de concejales o alcaldes cuya nómina es mayor.
Lo que sí me ha chirriado, y mucho, es el sueldo que venía cobrando hasta ahora. Escolano ha sido en los últimos años vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones, una entidad pública de la Unión Europea que le pagaba 277.000 euros al año, o lo que es lo mismo, 23.147,26 euros al mes.
No me parece ni adecuado, ni apropiado, ni razonable, ni admisible. En un contexto en el que las pensiones en España han subido un 0,25%, donde se lucha por acabar con la importante diferencia de sueldos que hay entre hombres y mujeres pese a realizar el mismo trabajo, en una situación en la que ser mileurista es un chollo y toda un suerte... Cuando pasa todo esto no puede haber una entidad pública -financiada con el dinero de todos- que le paga a uno de sus trabajadores al mes lo que un ciudadano de a pie no gana en un año.
I-NAD-MI-SI-BLE.
Lo peor de todo es que, tras comentar el asunto con alguien del sector financiero y también contrario a este tipo de sueldazos, me dice irónicamente que esa nómina es toda una ganga para cualquier empresa del sector porque en el ámbito privado hay quien llega a ganar hasta diez o doce millones de euros al año.
¡¡Ups!!
Mejor lo dejamos aquí porque no sé en qué puede acabar mi indignación.
No hay comentarios :
Publicar un comentario