Escuchaba yo la radio el otro día cuando, de repente, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo... al oír a Chaves hablar en inglés. Estaba (él) en un mitin, o algo así, y para transmitir a sus devotos que es posible sobreponerse a los males de la fuerte crisis que nos azota, el presidente de la Junta de Andasulía soltó un originalísimo Yes, we can.
El asunto llama mi atención por dos cosas. La primera, por la gran carrera que hay actualmente entre los más progres del mundo progre para identificarse con Obama y todo lo que toca. Es el tipo de moda, y como si de unos vaqueros se tratase, resulta obligado meterse en ellos, aunque en algunos casos no sólo no se consiga ni con calzador, sino que una vez colocado el modelito, nos queda más feo que un mono comiendo limones. Los socialistas de este país vienen a representar, en cierto modo, un ejemplo en este sentido porque decir que sus políticas son las de Obama suena a chiste de mal gusto, sobre todo porque la reciente pelea política nortemaricana no se ha librado entre uno de izquierdas y otro de derechas. ¡¡¡NOOOOOOO!!! Ha sido entre uno de estrema derecha, y uno de centro derecha. Por eso hay que reírse cuando un socialista de aquí trata de vendernos que lo suyo es el modelo socialista de Obama. El colmo llega cuando a ese mismo se le llena la boca de gritar cambio... pero desde su poltrona de señor feudal que ocupa desde hace un cuarto de siglo.
El otro aspecto que no puedo dejar de tocar es la manía que tenemos por recurrir a elementos extraños cuando tenemos en casa herramientas infinitamente mejores. Seguro que todos nos hubiésemos sentido más identificados con Chaves si, en lugar del término inglés que utilizó, hubiera tirado de la palabreja que un canal de televisión puso de moda en nuestro país hace pocos meses, y que todos repetimos hasta la saciedad y hasta que ganamos la Eurocopa de fútbol.
Mucho hablar de memoria histórica, cuando en realidad lo que tenemos es una memoria histórica selectiva, es decir, sólo nos acordamos de lo que nos interesa. Lo mismo les ocurre a quienes estos días critican duramente a Aznar por privatizar Repsol; y es que antes de decir estas cosas -sobre todo cuando eres hombre con cargo en plaza- hay que releer un poquito la Historia.
El asunto llama mi atención por dos cosas. La primera, por la gran carrera que hay actualmente entre los más progres del mundo progre para identificarse con Obama y todo lo que toca. Es el tipo de moda, y como si de unos vaqueros se tratase, resulta obligado meterse en ellos, aunque en algunos casos no sólo no se consiga ni con calzador, sino que una vez colocado el modelito, nos queda más feo que un mono comiendo limones. Los socialistas de este país vienen a representar, en cierto modo, un ejemplo en este sentido porque decir que sus políticas son las de Obama suena a chiste de mal gusto, sobre todo porque la reciente pelea política nortemaricana no se ha librado entre uno de izquierdas y otro de derechas. ¡¡¡NOOOOOOO!!! Ha sido entre uno de estrema derecha, y uno de centro derecha. Por eso hay que reírse cuando un socialista de aquí trata de vendernos que lo suyo es el modelo socialista de Obama. El colmo llega cuando a ese mismo se le llena la boca de gritar cambio... pero desde su poltrona de señor feudal que ocupa desde hace un cuarto de siglo.
El otro aspecto que no puedo dejar de tocar es la manía que tenemos por recurrir a elementos extraños cuando tenemos en casa herramientas infinitamente mejores. Seguro que todos nos hubiésemos sentido más identificados con Chaves si, en lugar del término inglés que utilizó, hubiera tirado de la palabreja que un canal de televisión puso de moda en nuestro país hace pocos meses, y que todos repetimos hasta la saciedad y hasta que ganamos la Eurocopa de fútbol.
Mucho hablar de memoria histórica, cuando en realidad lo que tenemos es una memoria histórica selectiva, es decir, sólo nos acordamos de lo que nos interesa. Lo mismo les ocurre a quienes estos días critican duramente a Aznar por privatizar Repsol; y es que antes de decir estas cosas -sobre todo cuando eres hombre con cargo en plaza- hay que releer un poquito la Historia.
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