Hace unos días se cumplía el tercer aniversario de elcatite.es. Fue el 14 de diciembre del año 2007. Mucho ha llovido desde entonces. Y mucho he escrito desde entonces. Creo que en este tiempo he mantenido aquellos principios que ocuparon mi primera declaración de intenciones. Y eso que hay quien me ha recriminado el que hable tanto de cosas personales y tan poco de política. Cierto que la política mueve mucho, y da mucho que hablar, y ocupa muchos minutos de tertulias, telediarios... pero creo sinceramente que en la mayoría de las ocasiones no estamos más que ante una pérdida de tiempo. Los políticos dirigen nuestros designios, y sin embargo están a años luz del común de los mortales. Así lo indica su gestión, más próxima a mantenerse en el sillón que a procurar el bienestar de sus administrados.
Por todo esto creo sinceramente que hace falta una especie de revolución de la gente de a pie, una rebelión popular frente a los desmanes de esta especie de extraterrestres que se mezclan entre nosotros, o que son simplemente aquello en lo que muchos se/nos convertimos al conseguir un acta de diputado (concejal, senador, etcétera).
En base a este argumento, del que estoy cada vez más convencido, creo que voy a abrir un poco más los tentáculos de elcatite.es a la irrealidad política que tanto nos fastidia.
Así, en este año que ahora comienza seguirá habiendo cosas personales como carreras, críticas de cine y de libros, deportes, teatro, recuerdos del pasado... pero también una pizca de política; de política y también de políticos, tanto de los malos (los más) como de los buenos (los menos). Me da igual el color. Lo importante es que lo hagan bien, o al menos con el objetivo último de hacerlo bien.
Hablamos dentro de un año... si seguís por aquí.
Por todo esto creo sinceramente que hace falta una especie de revolución de la gente de a pie, una rebelión popular frente a los desmanes de esta especie de extraterrestres que se mezclan entre nosotros, o que son simplemente aquello en lo que muchos se/nos convertimos al conseguir un acta de diputado (concejal, senador, etcétera).
En base a este argumento, del que estoy cada vez más convencido, creo que voy a abrir un poco más los tentáculos de elcatite.es a la irrealidad política que tanto nos fastidia.
Así, en este año que ahora comienza seguirá habiendo cosas personales como carreras, críticas de cine y de libros, deportes, teatro, recuerdos del pasado... pero también una pizca de política; de política y también de políticos, tanto de los malos (los más) como de los buenos (los menos). Me da igual el color. Lo importante es que lo hagan bien, o al menos con el objetivo último de hacerlo bien.
Hablamos dentro de un año... si seguís por aquí.
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