El ABC de la estrategia política indica que a la hora de afrontar unas elecciones es quien está en la oposición y, por lo tanto, aspira a alcanzar el poder, el que inicia el trabajo con mucha mayor antelación que quien ostenta ya ese poder. La razón de esta teoría es simple. El candidato de la oposición necesita multiplicarse en los medios de comunicación, en reuniones, en vallas publicitarias... en todos sitios para que la gente -sus posibles votantes- lo conozcan y se acuerden de él -para bien- a la hora de meter la papeletita en la urna. Sin embargo, el candidato del partido que gobierna no necesita eso porque ya lo tiene, es decir, está todos los días en el candelabro -que diría la otra, y por lo visto estaba bien dicho- como consecuencia simplemente de su actividad pública diaria.
La teoría se ha cumplido así y en todos sitios... siempre... ¡¡¡hasta ahora... en Jaén!!!.
La imagen electoral de la alcaldesa hace días que la podemos disfrutar en multitud de lugares, mientras que la del principal aspirante no se ha propagado -publicitaria/propogandística/electoralmente hablando- hasta hoy.
La cosa es tan rara que hace cuatro años, de cara a las anteriores elecciones municipales donde gobernaba el PP, y el PSOE estaba en la oposición, la aspirante empezó a venderse desde casi medio año antes del día de las votaciones, mientras que los gobernantes mantuvieron en privado, casi hasta el último día, su imagen electoral (de equipo, ¿recordáis?).
Pues eso digo yo. ¿Cómo es que ahora se hace todo lo contrario? ¡¡¡Y son los mismos de antes quienes ahora actúan de manera diferente!!!
Esto es el mundo al revés, o no. Seguro estoy de ello: alguna razón de peso hay detrás de tan alta anomalía.
La teoría se ha cumplido así y en todos sitios... siempre... ¡¡¡hasta ahora... en Jaén!!!.
La imagen electoral de la alcaldesa hace días que la podemos disfrutar en multitud de lugares, mientras que la del principal aspirante no se ha propagado -publicitaria/propogandística/electoralmente hablando- hasta hoy.
La cosa es tan rara que hace cuatro años, de cara a las anteriores elecciones municipales donde gobernaba el PP, y el PSOE estaba en la oposición, la aspirante empezó a venderse desde casi medio año antes del día de las votaciones, mientras que los gobernantes mantuvieron en privado, casi hasta el último día, su imagen electoral (de equipo, ¿recordáis?).
Pues eso digo yo. ¿Cómo es que ahora se hace todo lo contrario? ¡¡¡Y son los mismos de antes quienes ahora actúan de manera diferente!!!
Esto es el mundo al revés, o no. Seguro estoy de ello: alguna razón de peso hay detrás de tan alta anomalía.
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