Sigo dándole vueltas

Hace unos minutos que he salido del cine y no consigo parar de darle vueltas a lo que Clint Eastwood ha querido decirnos con este Más allá de la vida.

Debo reconocer que cuando hablo de este director/actor no soy objetivo porque me tiene demasiado cautivado, sin embargo en ésta encuentro una película diferente. Por supuesto que mantiene elementos de sus movies anteriores como temática y situaciones que hacen pensar; golpes directos a los sentimientos del espectador; historias que se sienten muy reales y, por lo tanto, creíbles y cercanas... Sin embargo también he encontrado algunas debilidades, y eso es algo que hace que me sienta casi como un pecador porque estoy hablando de uno de mis mitos. Me refiero, por ejemplo, a que las tres historias paralelas se hacen un poco interminables pues estás deseando que llegue el momento del encuentro, y cuando llega esa conexión, quizá porque esperas mucho de ella, quedas decepcionado. Tampoco me gusta la utilización de ciertos elementos reales -el tsunami de Haití o los atentados terroristas del metro de Londres- porque da la sensación de que están metidos con calzador. Y es que realmente aportan poco o nada.
Después de dos horas de proyección, de ser espectador de tres historias que giran en torno a la muerte pero de manera muy diferente (un niño que casi quiere irse con ella; una mujer que busca desvelar sus secretos; y un hombre que la rehuye)... acabo un poco inquieto porque no sé si la peli tiene final; no sé si tiene principio; casi no sé si tiene historia misma. Me pregunto cuándo, dónde, por qué, de qué manera, para qué... se habrá inspirado Eastwood de este asunto.
Lo dicho, sigo dándole vueltas.