Me costó trabajo decidir ir a ver el musical porque no quería decepcionarme. Dicen que las mejores cosas (viajes, comidas, encuentros...) son los que se preparan casi sobre la marcha; mientras que lo muy elaborado suele no cubrir la expectativas. Por eso no quería ir, porque tenía tantas ganas de que me gustara, que temía me ocurriera todo lo contrario.
Finalmente planificamos el viaje y todo salió de dulce.
Mira que debe ser complicado hilar una historia con las canciones de Sabina. Una historia que además guste, que genere intriga, cierta emoción, incluso relaciones de amor/desamor, venganza, con principios y valores como la amistad, el honor, las agallas.... Pues todo esto, y mucho más, podemos encontrar en el musical Más de 100 mentiras que, desde el pasado 6 de octubre, se representa en el Teatro Rialto de Madrid.
No sé si le habrá gustado al propio Sabina; ni siquiera sé si lo ha visto. Pero lo cierto es que se trata de algo hecho no sólo a la medida de sus canciones, sino también de lo que siempre las ha caracterizado: personajes marginales (putas, borrachos, presidiarios, mafiosos...), lugares por el estilo (todo se desarrolla en un bar de alterne), engaños, timos, amor no correspondido, o sí... y cómo no, cierta rebeldía frente a muchas de las cosas que suceden a nuestro alrededor.
Un genio quien la ha escrito porque, el musicl, más sabiniano no podía ser.
Magníficos todos los personajes sobre el escenario. Me quedo con... Magdalena.
Yo entré preocupado y salí encantado. Volveré a verlo si viene a Jaén.
Finalmente planificamos el viaje y todo salió de dulce.
Mira que debe ser complicado hilar una historia con las canciones de Sabina. Una historia que además guste, que genere intriga, cierta emoción, incluso relaciones de amor/desamor, venganza, con principios y valores como la amistad, el honor, las agallas.... Pues todo esto, y mucho más, podemos encontrar en el musical Más de 100 mentiras que, desde el pasado 6 de octubre, se representa en el Teatro Rialto de Madrid.
No sé si le habrá gustado al propio Sabina; ni siquiera sé si lo ha visto. Pero lo cierto es que se trata de algo hecho no sólo a la medida de sus canciones, sino también de lo que siempre las ha caracterizado: personajes marginales (putas, borrachos, presidiarios, mafiosos...), lugares por el estilo (todo se desarrolla en un bar de alterne), engaños, timos, amor no correspondido, o sí... y cómo no, cierta rebeldía frente a muchas de las cosas que suceden a nuestro alrededor.
Un genio quien la ha escrito porque, el musicl, más sabiniano no podía ser.
Magníficos todos los personajes sobre el escenario. Me quedo con... Magdalena.
Yo entré preocupado y salí encantado. Volveré a verlo si viene a Jaén.
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