Vito Corleone le dijo a su hijo Michael, en una más de las mil y una lecciones para la vida que nos ofrece El Padrino, que en una situación de crisis personal motivada por alguien ajeno, el primero que se postule como intermediario y nos ofrezca consuelo, no sólo está metido en el ajo hasta las cejas sino que además es el traidor -en nuestra Familia-.
Se trata de algo que yo viví en primera persona, y sin embargo no lo detecté hasta mucho tiempo después, cuando ya era tarde, demasiado tarde. Ocurrió cuando el Fujigolpe, y la verdad es que me dolió bastante cuando el Tiempo -que siempre pone a cada uno en su sitio- fue sacando la verdad a la luz. Lo que me jodió fue que el político -el único- que dio la cara lo hiciera actuando como el personaje en cuestión de The Godfather, en lugar de hacerlo como un caballero en el que el Honor está en lo más alto de su escala de principios y valores.
Entiendo que aplicar esa palabra en la política actual suene casi a palabrota, y sin embargo comprendo su forma de actuar por el ambiente en el que se movía, y aún hoy sigue moviéndose. Aquel día se me vino abajo un referente pues, a pesar de sus cambios de acera, siempre ha mantenido una posición firme: enfrente del enemigo.
Ahora, con la herida aún humeante aunque cicatrizada, y quizá motivado en demasía por estas fiestas, quiero desearle de todo corazón una Feliz Vida. Podría alegrarme de que sus expectativas no se vayan a ver cubiertas finalmente, y sin embargo siento tristeza porque uno de los mejores concejales que ha tenido -y tendrá- nunca el Ayuntamiento de Jaén va camino de difuminarse como un azucarillo en el café por cuestiones completamente ajenas a su trabajo, y sí por la siempre detestable limpieza étnica.
Viene todo esto a cuento porque entiendo que la vida ya nos pone las cosas bastante difíciles y con suficientes problemas como para que encima nos la compliquemos nosotros aún más por cuestiones a las que no habría que dedicar ni un segundo de nuestro tiempo. Nos falta todavía demasiado para saber y poder separar lo importante de lo superflueo, y ese va a ser precisamente mi propósito para el 2009.
Abstraerse un poquito ante cualquier situación, mantener la mente fría... para finalmente valorar a las personas y tratarlas simplemente como lo que son: PERSONAS.
Otro promotor del Fujigolpe no sólo me negó en su día, una y otra vez, su participación en la conspiración, sino que se autoposicionó en contra de ella hasta que incluso el gallo se quedó afónico de tanto cantar. Después, arrepentido, pidió perdón. Reconoció su error por actuar en la manera en que actuó, y compararla con el apoyo recibido en su tiempo de crisis por parte de alguien a quien contribuyó a cortar la cabeza. Pues bien, otro de los destronados está ahora, y a pesar de todo, dando la cara por nuestro San Pedro particular (cuando ya tiene incluso las maletas hechas para abandonar el Cielo) en lugar de mandarlo al Infierno por la vía más rápida posible.
Toda una lección que todos deberíamos seguir y, sobre todo, tener en cuenta.
Por eso, ¡¡Feliz Vida!! a todos... todos. Es mi propósito.
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