Hoy me he sentido orgulloso de ser de Jaén. Ha sido antes, durante y, sobre todo, después de participar en la media maratón Paco Manzaneda.
Soy un asiduo de las carreras, y no sólo en la provincia de Jaén, sino casi más de otros lugares como Granada, aunque también Córdoba, Albacete, Ciudad Real, San Sebastián... con esto quiero decir que tengo cierta experiencia sobre lo que se hace bien y lo que se hace mal en este tipo de eventos deportivos. El hecho de ser participante, de ver las carreras desde dentro, como sufridor-disfrutador, me permite tener claro cuándo una carrera es buena, o no.
Ante la media de hoy en Jaén tenía muchas dudas porque ya el año pasado hubo problemillas de recogida de dorsales, por ejemplo, y dado que este año la participación era de unas 1.400 personas frente a las 800 de la edición de 2008, la cosa podría ser peor y quedar todos nosotros en mal lugar ante los colegas venidos de prácticamente toda España.
Una vez pasado todo quisiera dar, desde aquí, mi más sincera enhorabuena a quienes han hecho posible que todo salga como finalmente ha salido: magnífica la recogida de dorsales, impecable la organización en la salida, espléndida la Policía Local durante la prueba impidiendo que los coches inundaran las calles poniendo en peligro a los atletas, bien las zonas de avituallamiento, buenísimo el control de entrada, inmejorable la entrega de regalos, de agradecer la zona en la que estirar y descansar tras cruzar la meta, buenísima la bolsa de regalos para quienes concluyen... y qué decir de ese impresionante bocata de chorizo con refrescos o cerveza por todos lados y sin tener que hacer colas desesperantes como ocurre en otros lugares.
Lo dicho, me quito el sombrero ante la organización, y es algo que no sólo digo yo, sino que era la opinión generalizada entre todos los que por allí pululaban muy cansados pero también agradeciendo el trato dispensado.
La media maratón de Jaén ha subido hoy de categoría.
Soy un asiduo de las carreras, y no sólo en la provincia de Jaén, sino casi más de otros lugares como Granada, aunque también Córdoba, Albacete, Ciudad Real, San Sebastián... con esto quiero decir que tengo cierta experiencia sobre lo que se hace bien y lo que se hace mal en este tipo de eventos deportivos. El hecho de ser participante, de ver las carreras desde dentro, como sufridor-disfrutador, me permite tener claro cuándo una carrera es buena, o no.
Ante la media de hoy en Jaén tenía muchas dudas porque ya el año pasado hubo problemillas de recogida de dorsales, por ejemplo, y dado que este año la participación era de unas 1.400 personas frente a las 800 de la edición de 2008, la cosa podría ser peor y quedar todos nosotros en mal lugar ante los colegas venidos de prácticamente toda España.
Una vez pasado todo quisiera dar, desde aquí, mi más sincera enhorabuena a quienes han hecho posible que todo salga como finalmente ha salido: magnífica la recogida de dorsales, impecable la organización en la salida, espléndida la Policía Local durante la prueba impidiendo que los coches inundaran las calles poniendo en peligro a los atletas, bien las zonas de avituallamiento, buenísimo el control de entrada, inmejorable la entrega de regalos, de agradecer la zona en la que estirar y descansar tras cruzar la meta, buenísima la bolsa de regalos para quienes concluyen... y qué decir de ese impresionante bocata de chorizo con refrescos o cerveza por todos lados y sin tener que hacer colas desesperantes como ocurre en otros lugares.
Lo dicho, me quito el sombrero ante la organización, y es algo que no sólo digo yo, sino que era la opinión generalizada entre todos los que por allí pululaban muy cansados pero también agradeciendo el trato dispensado.
La media maratón de Jaén ha subido hoy de categoría.
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