Ocurrió hace algunas semanas, en una conversación de pasillo en el Ayuntamiento. Una persona que trabaja como periodista en un medio de la capital le dijo a un concejal (al que conoce todo el personal) algo así como: "tenemos que quedar para hablar de lo mío". Y la respuesta del edil fue algo así como: "Ah, sí. No te preocupes, que ya he hablado con Manolo y me ha dicho que está casi acabado".
En aquel mismo instante, teniendo en cuenta las cosas que suele firmar el preguntante, supuse qué era "lo mío" a la vez que deduje quién era "Manolo". El pasado domingo se confirmó todo. Una información de tamaño generoso recogía los cambios que se van a producir en Onda Jaén RTV dentro del proceso que está realizando el Ayuntamiento para su conversión en sociedad mixta (o, en letras más entendibles, regalo del invento a un grupo amigo y afín). Cambios consistentes en la marcha de 33 de los trabajadores a diferentes áreas del Ayuntamiento, recogiéndose de manera pormenorizada el destino y el cargo actual (y se supone que futuro) de quienes son recolocados.
Casualmente al día siguiente, el lunes, el concejal de Personal empezó a reunirse con algunos de esos trabajadores para realizar una "explicación inicial" pero ya oficial de lo que será su puesto de trabajo y las condiciones en las que quedará.
Empezaba así un momento muy esperado por todos los trabajadores de la todavía radio y televisión públicas porque, a pesar de que esa persona que trabaja como periodista en un medio de la capital ha dicho en varias ocasiones, nadie sabía nada de manera oficial del asunto, y nadie estaba ni contento ni triste; simplemente expectante y con la mosca detrás de la oreja.
Dice el abc del periodismo que tan importante es dar una noticia como su posterior seguimiento. En este caso se cumple esa mayor pues si la publicación del domingo atrajo la atención de muchos, las consecuencias de lo que se anunciaba, y que empezó a suceder el lunes, llamaría aún más la atención de esos mismos y aún de otros muchos si alguien se atrevería (o le dejaran) a publicarla. Sin embargo, el escritor se ha limitado a lanzar la caña pero no está recogiendo los peces que pican. Y eso es algo ciertamente poco entendible.
A lo peor la explicación está en que nunca fue su intención la de informar a la ciudadanía, sino simplemente ser parte de una estrategia mayor tendente a calmar ánimos y dar cobertura a una operación político-administrativa que no duda en utilizar (de manera consentida o a la fuerza) todo cuanto tiene a su alcance para lograr la meta.
En aquel mismo instante, teniendo en cuenta las cosas que suele firmar el preguntante, supuse qué era "lo mío" a la vez que deduje quién era "Manolo". El pasado domingo se confirmó todo. Una información de tamaño generoso recogía los cambios que se van a producir en Onda Jaén RTV dentro del proceso que está realizando el Ayuntamiento para su conversión en sociedad mixta (o, en letras más entendibles, regalo del invento a un grupo amigo y afín). Cambios consistentes en la marcha de 33 de los trabajadores a diferentes áreas del Ayuntamiento, recogiéndose de manera pormenorizada el destino y el cargo actual (y se supone que futuro) de quienes son recolocados.
Casualmente al día siguiente, el lunes, el concejal de Personal empezó a reunirse con algunos de esos trabajadores para realizar una "explicación inicial" pero ya oficial de lo que será su puesto de trabajo y las condiciones en las que quedará.
Empezaba así un momento muy esperado por todos los trabajadores de la todavía radio y televisión públicas porque, a pesar de que esa persona que trabaja como periodista en un medio de la capital ha dicho en varias ocasiones, nadie sabía nada de manera oficial del asunto, y nadie estaba ni contento ni triste; simplemente expectante y con la mosca detrás de la oreja.
Dice el abc del periodismo que tan importante es dar una noticia como su posterior seguimiento. En este caso se cumple esa mayor pues si la publicación del domingo atrajo la atención de muchos, las consecuencias de lo que se anunciaba, y que empezó a suceder el lunes, llamaría aún más la atención de esos mismos y aún de otros muchos si alguien se atrevería (o le dejaran) a publicarla. Sin embargo, el escritor se ha limitado a lanzar la caña pero no está recogiendo los peces que pican. Y eso es algo ciertamente poco entendible.
A lo peor la explicación está en que nunca fue su intención la de informar a la ciudadanía, sino simplemente ser parte de una estrategia mayor tendente a calmar ánimos y dar cobertura a una operación político-administrativa que no duda en utilizar (de manera consentida o a la fuerza) todo cuanto tiene a su alcance para lograr la meta.
2 comentarios :
No me gusta la censura y menos a un comentario intrascendente, y mucho menos cuando el que censura es un periodista, pero allá tú. Está bien dar lecciones de periodismo, pero cuando uno lo ejerce ha de ser riguroso y no olvidar el relato de antecedentes. A mí no me gusta que se cierren medios de comunicación y menos uno público, pero no estaría de más recordar cómo, por qué y para qué se creo Onda Jaén y sobre todo ese maravillo ejercicio de transparecia en la contratación de personal, incluidos los periodistas. Un saludo. Carlos.
Ya he dicho en varias ocasiones que El Catite ejerce la censura, de hecho la he practicado en unas pocas ocasiones, y así seguirá siendo siempre que quien escribe lo que haga sea insultar. Sobre otro asunto te digo realmente que no sé a qué te refieres.
Por otra parte, el tema Onda Jaén sería objeto de un largo debate, pero debes tener claro que lo que se está haciendo ahora no es cerrarla sino venderla (regalarla, más bien) a un grupo de amiguetes en OTRO limpio, trasparente y claro proceso de adjudicación.
Publicar un comentario