viernes, 8 de enero de 2010

Una duda en nuestro existir

Marlo Morgan es una doctora en bioquímica y en medicina oriental que decide abandonar su país natal (Estados Unidos) para desarrollar un proyecto sanitario en Australia. Allí vive una impresionante aventura con una tribu de aborígenes que pretende trasladarnos con todo detalle en Las voces del desierto (Zeta, 2009). La protagonista del libro es la propia autora, y la obra intenta ser una especie de cuaderno de bitácora de un inesperado viaje a través del desierto australiano donde lo de menos es, quizá, el viaje, mientras que lo verdaderamente importante es el choque de civilizaciones/culturas que describe. Aunque más que de choque podríamos hablar de la confrontación de dos formas totalmente diferentes de afrontar la existencia en esta vida: la nuestra y la de otros. Lo que ocurre es que la otra visión se nos ofrece de una manera tan amable, razonada, argumentada, ausente de toda maldad... y siempre desde el respeto y la comprensión, y huyendo de la beligerancia, que durante la lectura nos planteamos en bastantes ocasiones si nos encontramos en el camino correcto aferrándonos.
Marlo Morgan asegura que lo que cuenta, le ocurrió a ella realmente, aunque son muchos quienes lo ponen en duda. Aunque entiendo que el verdadero valor de este libro no es si ocurrió, o no, sino que nos ofrece una serie de claves para hacer que nuestra vida sea mejor en relación con nuestro entorno.
Acabo con algunas de las reflexiones que se nos plantean:
1.- Ellos creen que las cosas generan miedo. Cuanta más cosas tienes, más tienes que temer. Al final sólo vives para tener cosas.
2.- Parece ser que los Mutantes (el hombre blanco) tienen algo en su vida llamado salsa. Conocen la verdad, pero la entierran bajo el espesor de las especias de la conveniencia, el materialismo, la inseguridad y el miedo. También tienen algo en sus vidas que llaman glaseado. Al parecer representa el modo en que malgastan casi toda su existencia en proyectos superficiales, artificiales, temporales, de agradable sabor y atractiva apariencia, pero dedican muy pocos segundos a desarrollar su ser eterno.
3.- Tal vez el futuro se halle en mejores manos si nos olvidamos de descubrir cosas nuevas y nos concentramos en recuperar nuestro pasado.

1 comentario :

Armenteros dijo...

El libro tiene buena pinta por lo que cuentas y por las acertadas sentencias que transcribes al final.