Estoy acabando un libro ciertamente interesante del que os hablaré próximamente. Pero he querido recoger en un día como éste, el de los Reyes Magos, y con todo lo que ello supone y significa, las siguientes líneas que, entiendo, son muy apropiadas y que nos pueden hacer reflexionar un poquito: Un regalo sólo es un regalo cuando le das a una persona lo que ella desea, y deja de serlo cuando das lo que tú deseas que tenga. Un regalo no obliga a nada. Se da sin condiciones. Las personas que lo reciben tienen derecho a hacer con él lo que quieran: usarlo, destruirlo, regalarlo, lo que sea. Es suyo, sin condiciones, y el que lo da no espera nada a cambio. Si no se corresponde con estos criterios, no es un regalo y debería clasificarse de alguna otra manera.
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