martes, 22 de diciembre de 2009

Una crisis peculiar

Aunque no hace demasiado tiempo el sólo mencionar la palabra crisis suponía ser objeto de un ataque feroz de la Moderna Inquisición por antipatriota, hoy día nadie pone en duda que la innombrable campa a sus anchas entre nosotros. Sin embargo, fechas como las que nos encontramos vienen a poner en duda que la crisis sea tan acuciante como se dice-aparenta-noscuentan-comprobamos. Conozco casos casi dramáticos de personas que viven muy al límite por la crisis, sin embargo, basta darse una vuelta por cualquier calle o centro comercial de éste nuestro Jaén para comprobar que todo está a reventar.... de gente comprando. La otra tarde fui al cine al Pryca, y ya la ausencia de aparcamientos en el exterior era un claro indicativo de que dentro casi no se podría andar; y así fue, el pasillo parecía La Carrera en Semana Santa. Pero ya digo que se trata de un simple ejemplo, de los que está llena nuestra ciudad, como ha ocurrido todo los años, no años de crisis como el actual, pero parece ser que la crisis se ha ido de vacaciones. Quizá sea tan sólo un punto y seguido, con familias que se endeudan más todavía para pasar con solvencia estas fechas marcadas por el mucho consumo y cada vez más huérfanas del tan cacareado espíritu navideño. No quiero ni pensar lo empinada que pueda estar la próxima cuesta de enero.
Para acabar, os dejo otro ejemplo que viene a cuestionar eso de que Estamos en crisis. Es la Puerta del Sol, el pasado sábado por la noche.

3 comentarios :

Armenteros dijo...

Intuyo que más que en crisis, lo que estamos es desorientados. No me parece lógico que la única ambición de la mayoría de los mortales sea consumir, consumir, consumir...

Jesús Garrido dijo...

¿Habilitada la moderación?
¿Por qué por si digo algo que no guste?

No es un lugar libre, aunque aquí mandas tú, la libertad sería poder borrar luego lo que no te guste, no el leerlo antes.

Feliz navidad.

Anónimo dijo...

Yo también estuve en el Pryca el sábado, y sí es verdad que estaballeno pero la fila de carritos de la compra llegaban hasta mitad de la carretera.
Conclusión: la gente va al Pryca y a el Corte Ingles porque estan calientes y no llueve, para que sus niños salgan un rato y no para consumir.