Ya nos venían diciendo que lo mejor del año 2011 es que iba a ser mejor que el 2012. Y la verdad es que el inicio del nuevo year está siendo tremendamente preocupante por los recortes, subidas, paros, etc, etc, etc.
Pues bien, un grupo de compañeros de trabajo (en concreto, tres. Ni más ni menos. Tres) hemos decidido rebelarnos y plantarle cara al nuevo -y presuntamente- jodido año con... dos huevos y algo más.
Y es que en eso, además de papas a lo pobre, pimientos y un chorizo casero espectacluar, ha consistido el desayuno que nos hemos jincao esta mañana entre pecho y espalda.
Todo ello acompañado de un tercio de fresquita cerveza, para acabar con un reconstituyente cafelito con leche.
Aquí, a la derecha, está la prueba. Antes de dar buena cuenta de ella, claro.
¿Pues sabéis una cosa? Que nos ha gustado tanto, que ya hemos reservado mesa en el restaurante (Picolet Street) para el próximo año, y para degustar lo mismo. Por mucha crisis que haya, y por mucho que pueda crecer. ¡¡¡Con dos huevos!!!... entre otras cosas.
Y es que en eso, además de papas a lo pobre, pimientos y un chorizo casero espectacluar, ha consistido el desayuno que nos hemos jincao esta mañana entre pecho y espalda.
Todo ello acompañado de un tercio de fresquita cerveza, para acabar con un reconstituyente cafelito con leche.
Aquí, a la derecha, está la prueba. Antes de dar buena cuenta de ella, claro.
¿Pues sabéis una cosa? Que nos ha gustado tanto, que ya hemos reservado mesa en el restaurante (Picolet Street) para el próximo año, y para degustar lo mismo. Por mucha crisis que haya, y por mucho que pueda crecer. ¡¡¡Con dos huevos!!!... entre otras cosas.
1 comentario :
Hay cosas de las que, por mucho que se empeñen, no nos podrán quitar.
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