Dice el siempre sabio refranero que “Quien olvida su pasado está condenado a repetirlo”. Se refiere, lógicamente a cosas negativas que hicimos en el pasado, y que no debemos perder de vista para no caer nuevamente en el error. Aunque también sabemos que el hombre es muy dado a ello, “a tropezar dos veces en la misma piedra”... me refiero.
Hoy quisiera hablar de un asunto que ocurrió hace unos años, que ya no me gustó en su momento, y que año tras año lo recuerdo en su aniversario para que no se repita.
Fue hace nueve años. En concreto, el 16 de enero del año 2003. Este que les habla acudía, con un operador de cámara compañero de Onda Jaén, a cubrir una rueda de prensa. Era una comparecencia del candidato del Partido Socialista a la alcaldía de la capital. Estábamos en plena campaña electoral, y Marcos Gutiérrez aspiraba a ser el alcalde. Sin embargo, ese día dio un paso no demasiado positivo. El alcaldable no permitió que el equipo de Onda Jaén se quedara en la sede socialista local para cubrir su rueda de prensa. Se nos echó, amablemente, eso sí, pero se nos echó a través de su responsable de prensa.
Aquel día muy pocos reaccionaron de una manera adecuada a una agresión dictatorial tan brutal contra la libertad de expresión, y contra el derecho a recibir y emitir información. Algunos sí. Y desde aquí, y a pesar de que ha pasado mucho tiempo, una vez más les doy las gracias. Ellos lo saben.
No estuvo fino, ni mucho menos, Marcos Gutiérrez. Seguramente reconoció después su error, y ya con eso podemos darnos todos satisfechos. Ojalá no vuelva a pasar.
Mejor, mucho mejor, para todos.
Hoy quisiera hablar de un asunto que ocurrió hace unos años, que ya no me gustó en su momento, y que año tras año lo recuerdo en su aniversario para que no se repita.
Fue hace nueve años. En concreto, el 16 de enero del año 2003. Este que les habla acudía, con un operador de cámara compañero de Onda Jaén, a cubrir una rueda de prensa. Era una comparecencia del candidato del Partido Socialista a la alcaldía de la capital. Estábamos en plena campaña electoral, y Marcos Gutiérrez aspiraba a ser el alcalde. Sin embargo, ese día dio un paso no demasiado positivo. El alcaldable no permitió que el equipo de Onda Jaén se quedara en la sede socialista local para cubrir su rueda de prensa. Se nos echó, amablemente, eso sí, pero se nos echó a través de su responsable de prensa.
Aquel día muy pocos reaccionaron de una manera adecuada a una agresión dictatorial tan brutal contra la libertad de expresión, y contra el derecho a recibir y emitir información. Algunos sí. Y desde aquí, y a pesar de que ha pasado mucho tiempo, una vez más les doy las gracias. Ellos lo saben.
No estuvo fino, ni mucho menos, Marcos Gutiérrez. Seguramente reconoció después su error, y ya con eso podemos darnos todos satisfechos. Ojalá no vuelva a pasar.
Mejor, mucho mejor, para todos.
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