La humana no es la especie más dañina que jamás ha pisado este planeta por casualidad, por el destino, o por el tiroides. Lo es porque somos verdaderos artistas en las malas artes. El racismo es una de ellas.
Green Book es una película sobre racismo pero afrontado a través de contrastes. Tony Lip (Viggo Mortensen) es un rudo italoamericano del Bronx, de ideas racistas, y acostumbrado a trabajos poco finos. Don Shirley (Mahershala Ali) es un afamado pianista de color negro, de una altísima cultura y modales, que deberá ofrecer una gira de conciertos por el sur de Estados Unidos, la más racista del país.
Tony se ve obligado a mirar para otro lado y aceptar el trabajo de chófer de Don porque lo necesita. Don se ve obligado a mirar para otro lado y contratar a Tony porque lo necesita.
Este es el punto de partida de una película que deja al descubierto la hipocresía de la alta sociedad norteamericana culta, refinada y adinerada, pero racista; y no sólo no lo oculta sino que hace gala de ello. También del racismo generalizado en casi todas las clases de la época. Enfrente de ambos está Don, un alma triste donde el color de su piel no es su único mal.
Entre ellos encontramos a Tony, un tipo práctico y superviviente, pero al que le resulta inevitable debatirse entre uno y otro extremo, con el desasosiego que provoca el vivir en primer persona que tu especie es capaz de lo mejor y también de lo peor.
Inspirada en una historia real, os dejo dos frases de la película:
1.- "Hace falta tener mucho valor para cambiar el corazón de la gente".
2.- "Jamás ganarás con violencia. Sólo ganarás cuando mantengas tu dignidad"
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