No dudé ni por un momento en incluir en mi maleta la camiseta del Real Jaén cuando hace un par de meses preparaba un viaje a Liverpool y Londres. Y no sólo la llevé, sino que además me la puse al menos un día en cada una de las dos ciudades.
Desde entonces he reparado que en los Sanfermines hay corredores que vestían camisetas de equipos de fútbol de España, Inglaterra y Sudamérica; en el Tour son muchos los espectadores que lucen esa misma indumentaria; y en cada ciudad que visito -incluida Jaén- siempre encuentro gentes que visten la camiseta del equipo de fútbol de su tierra.
¿Por qué? No creo que sea únicamente por presumir de los triunfos de este o aquel equipo, o de proclamar a los cuatro vientos que soy seguidor de este o de aquel equipo. Creo que, además de por eso, quien viste esa camiseta lejos de su tierra es para contar allí a donde va cuáles son sus orígenes. Vendría a ser algo así como las banderas que toda la vida han llevado los ejércitos en sus batallas para gritar con fuerza el poderío y las victorias de cada reino, de cada escudo, de cada país, de cada color, de cada ideología...
Hoy día sustituimos el abanderado y el corneta por algo tan simple como una camiseta fácilmente identificable, que va más allá del fútbol, y con la que venimos a decir ¿Soy de aquí y estoy orgulloso de ello?.
Y me parece bien porque, como dice aquel viejo proverbio chino, Quien su origen no conoce, su destino desconoce.
Desde entonces he reparado que en los Sanfermines hay corredores que vestían camisetas de equipos de fútbol de España, Inglaterra y Sudamérica; en el Tour son muchos los espectadores que lucen esa misma indumentaria; y en cada ciudad que visito -incluida Jaén- siempre encuentro gentes que visten la camiseta del equipo de fútbol de su tierra.
¿Por qué? No creo que sea únicamente por presumir de los triunfos de este o aquel equipo, o de proclamar a los cuatro vientos que soy seguidor de este o de aquel equipo. Creo que, además de por eso, quien viste esa camiseta lejos de su tierra es para contar allí a donde va cuáles son sus orígenes. Vendría a ser algo así como las banderas que toda la vida han llevado los ejércitos en sus batallas para gritar con fuerza el poderío y las victorias de cada reino, de cada escudo, de cada país, de cada color, de cada ideología...
Hoy día sustituimos el abanderado y el corneta por algo tan simple como una camiseta fácilmente identificable, que va más allá del fútbol, y con la que venimos a decir ¿Soy de aquí y estoy orgulloso de ello?.
Y me parece bien porque, como dice aquel viejo proverbio chino, Quien su origen no conoce, su destino desconoce.
2 comentarios :
Estoy contigo amigo. La patria chica siempre presente... ESTE AÑO SI!!!! Hala Jaén
Con todos los respetos que me pueden merecer la mayor parte de los aficionados al balompié, pienso que es un deporte que se viene desdibujando de forma creciente( fichajes multimillonarios, comisiones ilegales escandalosas, impagos crecientes a hacienda y seg. social, destino de dinero público sin control, utilización pública descarada de su imagen, utilización de las masas de seguidores como grupos de presión, violencia, atención excesiva de los medios de comunicación, priorización ante otros deportes...) lo que me lleva a reflexionar que tal vez nos estén manipulando. Está bien sentirnos orgullosos de nuestra tierra, aunque creo hay otros medios más originales de ostentación...
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