viernes, 7 de enero de 2011

Onda Jaén hace Historia... de la mala

Onda Jaén RTV, a lo largo de sus diez años de vida, ha generado acontecimientos que podemos calificar de históricos porque marcan un antes y un después en la Historia comunicativa de la ciudad. Hablamos de asuntos como la propia existencia de la primera radiotelevisión municipal de la capital, o la retransmisión de la Semana Santa al completo y en directo; o el seguimiento del Real Jaén de una manera que nunca hasta entonces se había realizado... Como digo, acontecimientos que, al margen de elementos subjetivos, suponen objetivamente hablando una muesca en la historia de los medios de comunicación jienenses.
Desgraciadamente, el devenir más reciente de la radiotelevisión municipal está marcado por más sombras que luces, y el hecho al que voy a referirme viene a ser algo así como tocar fondo.
Se trata de lo ocurrido durante el viernes (31 de diciembre de 2010), sábado (1 de enero de 2011) y domingo (2 de enero de 2011). Si la memoria no me falla, se trata del primer fin de semana (el viernes fue festivo a efectos laborales) en diez años (desde la creación de Onda Jaén) que el servicio estuvo descubierto, es decir, que nadie trabajó.
Lo normal es que en días festivos y fines de semana exista un equipo de guardia (un redactor y un operador de cámara) cubriendo los asuntos programados, y todo cuanto pueda ocurrir de manera imprevista y que sea noticiable.
Pues bien, estos días a los que me refiero no hubo equipo de fin de semana. O mejor dicho. Sí que lo hubo pero nadie le dijo que fuera a trabajar. Me consta que el operador de cámara se hartó de llamar por teléfono pero nadie le contestó; y el redactor se quedó esperando que alguien le llamara para indicarle el trabajo. Por cierto, también se dijo "no" a las dos personas que estaban dispuestas a trabajar para que pudiera ser retransmitido por la radio el partido que el Real Jaén jugó el domingo en La Victoria.
Hace tiempo que algunos vienen denunciando la situación de bancarrota de Onda Jaén para justificar su cierre, aunque con ejemplos como este (otro día podemos hablar de lo ocurrido el 6 de enero de 2011, y de alguna cosilla que otra más) parece que la estrategia es gestionar el servicio de la peor manera posible para que los números sean los peores posible, y así poner a la empresa en la mejor posición posible para su cierre.
No sé hasta ahora, pero llegado este momento creo que estamos asistiendo a aquella política basada en Para lo que me queda en este convento, me cago dentro.
Continuará...

1 comentario :

Anónimo dijo...

Así se deja caer un medio, es penoso.